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TROTABURGOS / NEILA

Perla serrana... por dentro y por fuera

El núcleo urbano de Neila, en fiestas desde hoy, acoge un impresionante patrimonio arquitectónico que se solapa con su espectacular entorno natural

La iglesia de San Miguel alberga una pila bautismal que sigue las pautas serranas.-ECB

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Burgos
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Aunque oficialmente el calendario marca los días 15 y 16 de agosto, Neila está de fiesta desde hoy para honrar a Nuestra Señora de la Asunción y San Roque. El desfile de trajes típicos y las danzas clásicas de la villa como Las Mayas o El Agudo llenarán de luz y color una villa que se enorgullece de su pasado trashumante -desde su elección como cabeza de Cañada Real con representación en el Honrado Concejo de la Mesta- y patrimonio nobiliario.La perla serrana hace honor a su apelativo dentro y fuera del municipio. El núcleo urbano, dividido en tres barrios (San Miguel, La Pinilla y Santa María) atesora joyas arquitectónicas que trazan una línea cronológica desde su origen milenario hasta el siglo XXI que denota una amalgama de estilos artísticos digna de contemplar in situ. Prueba de ello son sus templos. La iglesia de San Miguel, según los expertos, es una de las más antiguas del románico español, dado que su sillar revela que se construyó en el año 1087. Ni siquiera el paso del tiempo ha podido borrar su voluptuoso esplendor, ni siquiera pese a la reforma de la nave a principios del siglo pasado.Si algo caracteriza a la iglesia de San Miguel y la de Santa María es la presencia de sendas pilas bautismales cuya impronta, típicamente serrana, también se reproduce en otras localidades de la Sierra de la Demanda como Hacinas. Este segundo templo, ubicado junto a la Casa Consistorial, presume de una acertada mezcla de estilos, desde su románico original hasta el tardogótico tras su ampliación en el siglo XVI.Junto a los templos, el visitante no puede obviar la majestuosidad de sus casas blasonadas, prueba fehaciente de la prosperidad de la ganadería lanar de la Mesta. En la Plaza Mayor se encuentra la morada de los Márquez, cuyo escudo preside la fachada. También ocupa un lugar privilegiado el emblema familiar en la Casona de los Cuesta, en el barrio de San Miguel, que cuenta con una espectacular portada renacentista. Y qué decir del antiguo cuartel general del célebre sacerdote y guerrillero de la Guerra de la Independencia, Jerónimo El Cura Merino, que alberga dos escudos pertenecientes a los Márquez.Tampoco hay que olvidar el rollo jurisdiccional, también conocido como la Picota de Neila, construido alrededor del siglo XVIII. Se localiza tras la iglesia de Santa María y, según parece, sus escudos se atribuyen a Aranda de Duero al estar bajo su jurisdicción desde la segunda mitad del siglo XVI.El contacto con el medio natural comienza al cruzar los puentes romanos. Su legado paisajístico es de sobra conocido en la península, de ahí que se haya convertido en todo un referente para los turistas que buscan aventura, aire puro y un contacto privilegiado con la madre tierra. No es para menos, pues la suma de sus bosques, sus enormes montañas y sus verdes prados invitan a perderse para disfrutar de la privilegiada biodiversidad del entorno. Y es que este almacén de oxígeno, secuestrador del carbono producido por el hombre, favorece la convivencia de distintos ecosistemas que configuran un hábitat envidiable.Sin lugar a dudas, las joyas de la corona se esconden en sus famosas lagunas glaciares, que cuentan con la declaración de Parque Natural desde 2008 con el fin de potenciar su desarrollo sostenible. Lo que mucha gente desconoce es que la zona, rodeada de altos picos, apenas fue transitable hasta finales de los años 60, cuando se impulsó un ambicioso proyecto para adecuar el entorno al turismo y a la pesca intensiva. Para ello, se alteraron algunos elementos del paisajes mientras se construían diques y caminos con el objetivo de garantizar la accesibilidad.La actuación resultó ser todo un acierto, ya que las lagunas se han convertido en uno de los referentes naturales de la provincia. De hecho, cada año reciben a miles de visitantes, la gran mayoría -en torno a un 70% en 2014- procedentes de otras comunidades autónomas.