El Correo de Burgos

Micología, una afición entre la ciencia y la gastronomía

Las XXV Jornadas Micológicas de Briviesca confirman el auge de esta afición / Los buscadores más veteranos han comprobado este año el descenso de ejemplares

La búsqueda por los montes  permitió reunir 120 ejemplares diferentes.-G. G.

La búsqueda por los montes permitió reunir 120 ejemplares diferentes.-G. G.

Publicado por
GERARDO GONZÁLEZ
Burgos

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Dedicar el tiempo libre a recorrer los montes en busca de setas con fines científicos o gastronómicos ha dejado de ser algo propio de una minoría tras popularizarse notablemente en los últimos años.Este aumento de buscadores destaca, especialmente, en el aspecto gastronómico de la afición más que en el científico, aunque también algunos que comenzaron con la degustación han ampliado sus horizontes a la cuestión más técnica.Las jornadas que la Sociedad Micológica Bureba de Briviesca organiza de forma habitual en cada estación es el marco donde se comprueba el índice de esta afición, tanto en su parte de conferencias como en la complementaría de clasificación y exposición.Igualmente, la salida simultánea de sus miembros a múltiples zonas geográficas tradicionalmente óptimas para la aparición de setas permite medir la presencia de nuevos seteros.Este otoño ha sido calificado pro los buscadores como «regular» en cuanto a la cifra de ejemplares de temporada siendo dos los motivos principales.Por una parte, la baja tasa de lluvias ha mermado las condiciones para la aparición de setas y la otra ha sido, no tanto el aumento de buscadores como las tácticas cercanas a la esquilmación de algunas variedades con valor gastronómico.Pese a todo, en estas jornadas en la exposición pública organizada en la Plaza Mayor de Briviesca se pudieron ver 120 especies diferentes con lo que los asistentes pudieron disfrutar durante toda la mañana. Entre los ejemplares expuestos los micólogos destacaron la popularmente conocida como seta de cardo que durante la última semana se ha convertido en «la reina de la pradera» por su abundancia calificada de «sorprendente» por los aficionados.Tampoco faltaron ejemplares de las mortales Amanitas Phalloides que pueden ser confundidas por los buscadores noveles con otras comestibles y abundan en la comarca.Una especie novedosaComo es habitual en estas jornada, se añadió al catálogo de setas burebanas una especia novedosa, la Eichleriella Leucophaga, sin valor gastronómico pero de interés micológico, y cuya forma la camufla en los árboles resultando difícil tanto su localización como correcta clasificación.Precisamente, uno de los apartados habituales en estas jornadas micológicas briviescanas se centra en la información de los nuevos seteros sobre los riesgos que el consumo de setas desconocidas o incorrectamente clasificadas pueden conllevar.Así, a las intoxicaciones por consumir ejemplares no mortales o a la deficiente forma de consumir algunas especies, hay variedades inicialmente comestibles que si se mezclan con alcohol son tóxicas, se añaden las mortales que suponen un grave riesgo para la salud incluso en pequeñas cantidades.Los seteros afirman que «no todo los que crece en el campo se puede comer» y recomiendan que solo se recolecten las perfectamente conocidas evitando las identificaciones sin base científica que puede inducir a peligrosos errores y acudiendo en caso de duda a las diferentes asociaciones micológicas existentes en la provincia.

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