Orbaneja organiza su turismo sin ayuda de las administraciones
La junta vecinal ha habilitado 2 aparcamientos y está a la espera de crear otro para evitar las caravanas de turistas / Reclaman ayuda a las administraciones
Orbaneja del Castillo es, sin lugar a dudas, uno de los pueblos más bellos de la provincia de Burgos. Siempre ha sido foco de atención de burgaleses y visitantes, pero lo es aún más desde hace unos años. Tanto es así que «hay fines de semana que llega a acoger entre 3.000 y 4.000 visitantes diarios, con lo que eso conlleva para un pueblo en el hay 50 vecinos empadronados», tal y como explicó su alcalde Raúl García.Esta situación se ve agravada los puentes y en periodos vacacionales como ha ocurrido esta Semana Santa y desborda la capacidad de la localidad de asumir esta cantidad de turistas. «Se producen problemas de tráfico y de limpieza y han padecido graves problemas de comunicaciones», según comentó el portavoz de Imagina Burgos en la Diputación, Marco Antonio Manjón.La junta vecinal de Orbaneja del Castillo «ha solicitado ayuda a las distintas administraciones en diversas ocasiones», comentó Manjón. Una petición para la que «solo han llegado buenas palabras, pero ningún hecho». Así las cosas y a la vista «de la falta de ayuda administrativa» han sido los propios vecinos quienes han desarrollado diversas soluciones.Entre ellas, la junta vecinal se han encargado de las labores de limpieza del pueblo y sus alrededores para que «la localidad esté lista para la siguiente oleada de visitantes», han habilitado un espacio para que pueda aterrizar un helicóptero en caso de que haya una emergencia médica y han mejorado las telecomunicaciones con el objetivo de que haya cobertura móvil por si hiciera falta llamar a emergencias.Además, han creado de aparcamientos con capacidad para 180 vehículos- más 20 plazas más distribuidas por la localidad- «para evitar que la carretera, que es comarcal, se colapse como ya ocurrió en ocasiones anteriores, en las que se llegaron a registrar caravanas de hasta 4 km», aseveró el alcalde.De esos aparcamientos, «uno aún está sin habilitar porque la Junta nos denegó una subvención de infraestructuras turísticas, otro está habilitado en un solar que es del pueblo y el tercero, también habilitado, está ubicado en un solar de un particular, que nos costará 20.000 euros».Para García «no es lógico que una junta vecinal gaste los pocos fondos que tiene en este tipo de acciones y no en otras cosas necesarias para el pueblo», por lo que solicitó al Ayuntamiento de Sedano, la Diputación y la Junta de Castilla y León que «se pongan de acuerdo para dotar a Orbaneja de unos recursos que nosotros como pedanía no tenemos».García aseguraba que Orbaneja «está muy distanciada con el Ayuntamiento de Sedano porque no creemos que conozcan las verdaderas necesidades del pueblo». Prueba de esa desvinculación de la pedanía con el Consistorio de Sedano es que «el Ayuntamiento ha solicitado una subvención a Sodebur, sin tenernos en cuenta a nosotros y sin consultarnos, para instalar una caseta de turismo en Orbaneja, en un lugar donde ocasionaría más problemas de atasco y más afluencia de gente».La caseta «está valorada en 35.000 euros y Sodebur subvenciona cerca de 14.000 euros», comentó el alcalde, quien hizo hincapié en que «el pueblo no se niega a contar con un punto de información turística, pero no de esta manera, sin conocer nuestras realidad y sin contar con nosotros». Además, la junta vecinal «ya estaba rehabilitando una vivienda- propiedad del pueblo- para dar cobertura a esta actividad informativa y ese subvención que iba a dedicarse a la caseta podría destinarse a esta obra», concluyó Manjón.Por otra parte, para el alcalde, «la importancia de Orbaneja debido a sus características turísticas, su enclave geográfico- en un parque natural- y la cantidad significativa de vecinos en la zona» son razones de peso para «tener la autonomía suficiente para tomar nuestras propias decisiones» e incluso de «organizarnos como ayuntamiento propio» o «crear una mancomunidad con otras localidades cercanas con nuestra misma realidad».