RIBERA
El Santos Reyes incluirá las especialidades de Alergología, Neurología y Neumología
Serán consultas coordinadas con los servicios del Hospital Universitario de la capital burgalesa
Aunque la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León contestará a las alegaciones presentadas al plan funcional por las asociaciones de vecinos, colectivos de la salud y sindicatos; el consejero responsable del área, Antonio María Sáez Aguado, adelanta en primicia a El Correo de Burgos cuáles son sus prioridades. «Incrementaremos algunas consultas como alergias, neurología y neumología y estudiaremos otras como la posibilidad de reforzar psicología», asegura mientras aclara que no existe la psicología infantil, «es clínica. Otra cosa es que haya psicólogos que estén especializados en niños», puntualiza.Dicho esto, las nuevas especialidades médicas estarán coordinadas con el Hospital Universitario de Burgos. «Tanto cuando empiecen a funcionar en el Santos Reyes como en el futuro hospital, no serán especialidades exclusivas sino compartidas», especifica.Y es que, consciente de las dificultades de encontrar especialistas dispuestos a ejercer en Aranda, la Consejería pretende ofertar puestos más atractivos que den servicio tanto a Burgos como a la capital ribereña. «Vamos a ver qué demanda real hay de cada especialidad y analizaremos la periodicidad para buscar siempre que sean consultas resolutivas», garantiza a sabiendas de que la puesta en marcha de estos servicios dependerá también de la capacidad del HUBU y de las negociaciones con los equipos médicos a los que habrá que compensar económicamente.«Por el momento reforzaremos otorrinolaringología con un nuevo otorrino, ampliaremos la unidad de Oncología e incluiremos algunas mejoras tecnológicas como un mamógrafo nuevo, tres ecógrafos, una torre de vídeo laparoscopia quirúrgica y una incubadora», añade.DescartadaSi las buenas noticias llegan con las especialidades, el consejero advierte: la ampliación del número de camas que solicitaron algunos colectivos queda descartada. «No tiene mucho sentido», rechaza convencido de que un hospital no se mide por el número de camas, sobre todo si se apuesta, como se va a hacer en el futuro centro hospitalario, por la cirugía ambulatoria y sin ingreso, la hospitalización de día y la atención a domicilio. «Pasamos de 110 camas a 134 y es más que suficiente», asegura mientras recuerda que a día de hoy en el hospital Santos Reyes, a excepción de los picos provocados por la gripe, la ocupación media «nunca está por encima del 90%». «La estancia media hospitalaria es de 5,5 días», informa.El consejero deja en el aire, eso sí, la posibilidad de habilitar un área cerrada que podría servir para dar soporte en los días de colapso del futuro centro.Tampoco se plantea la inclusión de otras peticiones como una unidad genética y molecular para laboratorio por ser cuestiones «más propias de hospitales de referencia. Esto no afecta en nada al paciente porque él no se mueve, viajan las muestras», justifica.Respecto a las peticiones en materia de personal, el consejero recuerda que el plan funcional es un documento amplio más centrado en infraestructuras y en diseñar cómo será el nuevo centro sanitario que en decidir la plantilla. Por ello, invita a no comparar el Santos Reyes con el de Miranda, como hace UGT cuando denuncia que el centro ribereño cuenta con 77 profesionales menos pese a atender a 500 personas más. «Las comparaciones a veces son interesantes y otras odiosas. Los hospitales no son homogéneos y aunque Aranda lógicamente crecerá con la nueva infraestructura, también influyen otros factores», responde.El consejero se aferra a la «buena respuesta» de un centro que con una población de referencia de 70.000 habitantes, ha incrementado su actividad en los últimos años un 45%, situándose como uno de los más activos de Castilla y León. Solo un dato: en 2016 el Santos Reyes cerró con 5.302 ingresos en 2016, 29.741 urgencias atendidas, 1.205 intervenciones quirúrgicas, 1.702 de cirugía mayor, 85.796 consultas y 354 partos, el doble que Miranda.El consejero aprovecha la entrevista con este periódico para zanjar la polémica sobre los plazos y aunque la directora general de infraestructuras dejó entrever en la comisión de Sanidad del lunes que la apertura se podría retrasar, Sáez Aguado, zanja cualquier duda: «Los plazos no se alargan», afirma con la mirada todavía puesta en el año 2022 y no en el 2025.«El Ayuntamiento de Aranda está pendiente de aprobar la modificación del Plan General de Ordenación Urbana y luego tenemos el plan funcional, que está casi finalizado a la espera de contestar las alegaciones presentadas», detalla.El siguiente paso será elaborar un plan de espacios -un trámite que suele durar quince días-, y que permitirá licitar la redacción del proyecto previa a la contratación de unas obras que durarán un plazo de cuatro años. «Esperamos que en febrero o marzo esté la licitación del proyecto en el Boletín Oficial», termina.