La Marcha a Atapuerca, 15 años rodeada de andarines

La Marcha a Pie a los Yacimientos de Atapuerca volvió a ser ayer una amena cita a la que se sumaron una soleada mañana y más de 850 personas de la localidad y de la vecina Ibeas de Juarros. La cita partió en torno a las 11 horas de forma simultánea desde ambos pueblos, para iniciar así dos recorridos en los que no faltaron andarines de toda edad, para concluir en los conocidos yacimientos en torno al mediodía, donde todos los participantes recibieron un caldo para reponer fuerzas y combatir el frío.«Son apenas 3 kilómetros desde Ibeas y 5 desde Atapuerca -el primero por caminos anexos y éste último a través de la sierra-, lo que hace de la marcha un bello paseo, tal y como nos comentan muchos de los que han repetido ya varias veces», comentaba la alcaldesa de Atapuerca, Raquel Torrientes, quien participó en la marcha al igual que su homónimo de Ibeas, el regidor municipal Jesús Lorenzo de la Fuente.Una vez en la Trinchera del Ferrocarril, los cientos de participantes compartieron en el descanso caldo y el tradicional almuerzo para reponer fuerzas, a los que siguieron el sorteo de libros sobre la sierra y de bolsa de alubias de Ibeas -producto autóctono-, todo ello amenizado con la música de La Chistera Negra’ antes de retomar el camino de vuelta.Los ediles mostraron su contento por el casi millar de personas que se acercaron a compartir con ellos este popular evento, que cumple ya quince ediciones tras su inicio dos años después de la declaración por la Unesco de los yacimientos como Patrimonio de la Humanidad el 30 de noviembre de 2000. «De ahí que busquemos siempre celebrarlo en torno al tercer domingo de noviembre, cerca así del aniversario de ese día».Agradecen por ello a la gente que haya querido compartir con ellos el día «con el que desde hace 15 años, los vecinos de ambos pueblos hacemos nuestro un reconocimiento internacional que nos enorgullece a todos», comentaron.Torrientes recuerda que la idea inicial partió en 2002 de las asociaciones locales con el fin de sumar a los cientos de reconocimientos institucionales nacionales e internacionales, el de los apenas 400 vecinos que de forma conjunta configuran la población de sendas localidades. «Quisimos hacer un reconocimiento más cercano a un trabajo que sentíamos muy nuestro y del que estábamos -y seguimos estando- muy orgullosos». Explica cómo en aquel entonces apenas 400 personas salieron en las primeras ediciones de la marcha, a las que se han ido sumando más durante los tres lustros que lleva celebrándose.Como también lo han hecho -de forma paralela a lo largo de los 17 años de los yacimientos como Patrimonio Universal-, un amplio abanico de instituciones, asociaciones, infraestructuras y proyectos. Entre ellos, los propios ayuntamientos locales y el equipo de codirectores del yacimiento, en representación del cual siempre acude alguno de ellos -siendo en esta ocasión Eudald Carbonell quien se sumó a los cientos de andarines-. Así como Alejandro Sarmiento, gerente del Sistema Atapuerca que engloba al MEH y los centros de recepción de Ibeas (Acaya) y Atapuerca Carex), y tras cuya gestión está la Junta.Todo ello hace que hoy en día decir ‘Atapuerca’ «ya no sea sólo mentar las excavaciones de un rincón de la provincia de Burgos, sino hablar de un enclave arqueológico de referencia mundial, perfectamente señalizado y accesible a miles de visitantes, y cuyos hallazgos se complementan con el MEH, con dos centros de recepción y con un amplio plantel de actividades y eventos que anualmente se realizan desde ambos pueblos», añade Torrientes.