Desmantelan la banda que dejó sin campanas a 10 localidades

Estupendas noticias las que estas navidades esperan a algunas localidades burgalesas y palentinas, tras la detención en Vizcaya por parte de la Guardia Civil, de L.I.G. de 27 años y de N.C. de 30 años de edad, como presuntos autores de varios delitos de robo con fuerza. Adicionalmente se les imputan diversos delitos contra el patrimonio histórico y contra el orden público por pertenencia a grupo criminal, además de como presuntos autores del robo de campanas en iglesias de diez localidades de las provincias de Burgos y Palencia.Si bien hasta el momento no se ha recuperado ninguna de las campanas sustraídas, la investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones, añaden dichas fuentes policiales.Detallan cómo desde comienzos de mayo del presente año, 8 localidades de la zona Norte de la provincia de Burgos y 2 de Palencia sufrieron las sustracciones de campanas en los templos de sus términos municipales. En concreto, Villamor-Medina de Pomar, Villalain-Villarcayo, Angulo-Valle de Mena, Irús-Valle del Mena, Barrasa-Valle del mena, Rio Quintanilla-Aguas Cándidas, Virtus-Valle de Valdebezana, Vivanco-Valle del Mena, todas ellas en la provincia de Burgos, además de las palentinas Villacibio-Aguilar de Campoo, Villallano-Pomar de Valdivia.A medida que se sucedían los hechos -y fruto de las inspecciones oculares practicadas-, se obtuvo valiosa información que permitió hallar conexión entre los robos, sospechándose entonces de la existencia de un grupo organizado, no residente en la zona y con cierto conocimiento de los objetivos asaltados.A la par se establecieron dispositivos de seguridad con el objeto de erradicar estos robos que tanta alarma social estaban causando, lo que llevó al cese de éstos durante el mes de agosto.Las características del material sustraído llevaron a los investigadores a controlar, principalmente, numerosas plantas de reciclaje de residuos sólidos en las provincias afectadas y en las limítrofes. Pasos que posteriormente han permitido identificar y detener a los hasta entonces sospechosos, como presuntos autores de los robos denunciados, carentes de ingresos por actividad laboral reconocida.De hecho, durante un registro domiciliario en Vizcaya, se intervinieron herramientas, presuntamente empleadas por los ladrones para acceder a los templos.El destino final de estos objetos -se explica en el comunicado-, era la venta para obtener un rápido lucro, procediéndose posteriormente a su transformación mediante fundición, ya que por lo general, las campanas están fabricadas en bronce, aleación metálica de cobre y estaño que en el caso de estos objetos presenta una composición específica conocida como ‘bronce campana’ que contiene 78% de cobre y 22% de estaño», detallan fuentes policiales.Modus operandiDesde Guardia Civil detallan que se trataba de un grupo cuyo modus operandi era el empleo de la fuerza, variando posteriomente el procedimiento a utilizar en función de que el campanario fuera tipo torre -accediendo entonces al interior forzando los accesos con diferentes herramientas-, o tipo espadaña, en que utilizaban entonces escalas.Una vez arriba, las campanas eran arrancadas o descolgadas de los yugos o anclajes y arrojadas al exterior, con lo que se ocasionaban, en muchos casos, graves daños en los restantes elementos arquitectónicos existentes en las propias edificaciones o sus anexos.Asimismo, detallan cómo realizaban reconocimientos previos de los posibles objetivos, normalmente situados en las afueras de pequeñas localidades, y a lo largo de vías de comunicación secundarias.La investigación, que aún contìnúa abierta, ha estado dirigida por los Juzgados Nº 1 de Villarcayo y Nº 1 de Briviesca, donde han sido entregadas las diligencias, en coordinación con las Unidades Orgánicas de Policía Judicial de las provincias de Burgos y de Palencia.