Gamesa cierra en Miranda con un despido colectivo

Los rumores de cierre que durante los últimos meses circulaban por los mentideros de Gamesa se hicieron ayer realidad. A través de un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el consejero delegado de la compañía, Markus Tacke, confirmó el cese definitivo de la actividad en la planta de Miranda de Ebro (Burgos). Para ello, la empresa ha optado por iniciar un proceso de despido colectivo que afectará a los 133 empleados que aún formaban parte de la plantilla.Según detalla el propio Tacke en el citado escrito, la medida obedece «exclusivamente» al «desplazamiento de la demanda del modelo de turbina cuyas palas se producen en esta planta a turbinas que requieren palas de mayor tamaño». Así pues, el desmantelamiento de la factoría mirandesa no se enmarca dentro del plan de reestructuración global que Siemens Gamesa trasladó el pasado 6 de noviembre a la CNMV.Una vez comunicada su decisión a la plantilla, el periodo de consultas legalmente establecido con los representantes sindicales de la fábrica comenzará el 5 de febrero. De entrada, la compañía ofrece «ofertas de recolocación en otras fábricas y centros españoles a todos los trabajadores afectados». En tal caso, los destinos más cercanos se ubican en Lerma y Burgos, con dos plantas de multiplicadoras, y en la localidad soriana de Ágreda, que cuenta con una fábrica de ensamblaje de nacelles.El comité de empresa, a través de un comunicado, señala que los trabajadores «nos sentimos abandonados, condenados a desaparecer junto a nuestro modelo de pala, la G-80». Los representantes de los trabajadores transmitirán a los responsable de la empresa, en la reunión prevista para el próximo lunes, que busque alternativas como la inversión en una planta que posee en Miranda para su reindustrialización para poder salvar el empleo en la zona.Según señala el comité de empresa, esa es la única opción que manejan para tratar de descapitalizar aún más el empleo en Miranda. El comité, no obstante, recuerda en el comunicado que en el anterior Erte del año 2014 se «transmitió a la dirección la caída de la demanda» del modelo de pala que se fabricaba en Miranda y el «peligro» que suponía tener supeditada la producción y sin entrar en los planes de modernización de la compañía. El comité de empresa insiste en que «nos han tenido engañados» en una decisión que «ya tenían tomada hace tiempo». Y critican que el año pasado se les planteara de «posibles pedidos avanzados» que utilizaron«a modo de zanahoria».A pesar de la decisión, los representantes de los trabajadores confían en que la «situación sea reversible» y se busquen soluciones como se han adoptado en otros centros de trabajo.Por su parte, Comisiones Obreras desconfía de las promesas de Gamesa. Así lo dejó entrever el secretario provincial de Industria del sindicato, Juan Ignacio Ruiz, consciente de que esta serie de traslados de plantilla «se antojan difíciles». En este sentido, Ruiz declaró a Europa Press que la multinacional está desarrollando en estos momentos un plan de bajas voluntarias. Asimismo, subrayó que las recolocaciones previas fueron posibles durante los expedientes de regulación de empleo (ERE’s) presentados con anterioridad, mientras que ahora la situación es diferente porque se trata de una medida definitiva.