Sargentes, Argeol y la UBU se alían para recuperar el Rudrón

Si el río Rudrón hablase, tendría cuerda para rato. A estas alturas ya nada le sorprende, lleva siglos observando, a su ritmo, la vida humana y animal. Ha visto deambular a toda clase de gentes, cada cual con su historia. Labradores, artesanos, comerciantes, agricultores o estraperlistas transitaban por los senderos paralelos a sus aguas mientras la naturaleza, siempre sabia, seguía su curso con aparente indiferencia. Sin embargo, los nuevos tiempos cambiaron por completo la utilidad de un escenario cada vez más despoblado. La maleza se adueñó de este «cruce de caminos» -desde el abandonado pueblo de Ceniceros hasta Moradillo del Castillo y Santa Coloma- que parecía «predestinado a la molinería».

El abandono de los viejos oficios dejó inutilizadas muchas de esas vías, antaño vitales, de comunicación. Puede que hoy en día no resuelvan el problema de la despoblación. Sin embargo, su recuperación e interconexión pueden llegar a constituir un poderoso aliciente turístico capaz de potenciar, aún más si cabe, el parque natural Hoces del Alto Ebro y Rudrón. Bajo esa premisa, el Ayuntamiento de Sargentes de la Lora ha puesto en marcha un ambicioso proyecto en colaboración con Argeol y la Universidad de Burgos (UBU).

Según detalla el alcalde de Sargentes, Carlos Gallo, la iniciativa ‘Acompañando al Rudrón’ surgió a raíz de un concurso del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) para la recuperación de la biodiversidad. Fue entonces cuando contactó con Miguel Moreno (UBU), Javier Basconcillos (Argeol) y la bióloga Alicia De La Iglesia para redactar la memoria del proyecto. Así, tras un exhaustivo estudio de la fauna, la flora y el estado actual de los senderos ubicados en el tramo de actuación, se fijó el objetivo de «unir todos los vínculos turísticos del municipio» y «potenciar el voluntariado» para rehabilitar 4.200 metros de caminos. Por desgracia, la propuesta no pasó la criba del Ministerio, lo cual no quita para que muchos vecinos, «sorprendidos» y «atraídos» por la propuesta, se hayan comprometido a aportar su granito de arena. Por lo tanto, a la espera de una nueva convocatoria, los trabajos de limpieza se llevarán a cabo «con la supervisión del Geoparque».

Para este cometido, el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León supervisarán el trabajo de dos operarios encargados del desbroce de la maleza. Entretanto, un centenar de estudiantes y una treintena de vecinos realizarán labores de limpieza. Estos últimos, al mismo tiempo, serán imprescindibles para desarrollar el «corpus de conocimiento» liderado por un grupo de investigación de la UBU que indagará en el patrimonio «natural y cultural» de la zona empapándose en su historia. Ese mismo equipo, además, contará con la ayuda de Argeol para difundir el proyecto.

La declaración de Las Loras como Geoparque Mundial por parte de la Unesco siempre es un plus. No obstante, los promotores del proyecto advierten que la «falta de conexión» en el «tramo medio y alto» del Rudrón «impide la realización de rutas de medio y largo recorrido». No cabe duda por tanto de que la restauración de dichas vías supone una «oportunidad» para impulsar el turismo dada la demanda creciente de este tipo de recorridos.

Aparte de rehabilitar caminos e infraestructuras, ‘Acompañando al Rudrón’ incide en la necesidad de mantener y proteger la biodiversidad que rodea a este espacio natural. De hecho, la memoria alerta sobre la escasez de truchas en el río porque necesitan «aguas frías, limpias y bien oxigenadas». El problema es que «apenas se han limpiado en los últimos años». Y no solo eso, pues hay tramos en los que se observan «acúmulos de material arrastrado por las riadas de invierno que taponan el cauce».