La plantilla asume el cierre y se ofrece «a empresas que quieran venir aquí»

Los representantes de los 134 trabajadores de la plantilla de Siemens Gamesa en Miranda de Ebro hicieron ayer pública la decepción que sienten tras haber intentado durante un mes, evitar la decisión dada a conocer a finales de enero por la empresa, de cerrar la factoría mirandesa. «Pero no lo hemos logrado sólo porque al otro lado estaba Siemens Gamesa con el único objetivo de nuestro cierre para agradar a sus inversores», reprocharon. «Empresa de cuyo mundo los trabajadores no formamos parte más que para pedir subvenciones, ya que ni poniéndoles las administraciones una alfombra roja, se han querido quedar».Con voz entrecortada y visiblemente emocionado, Aitor Balanzategui -miembro del comité de empresa como representante en éste de UGT-fue quien ayer puso voz a toda la plantilla, la mayoría de cuyos miembros les acompañaban al otro lado de la mesa con sus ánimos y aplausos.Y lo hizo tanto para agradecer a las instituciones y ciudadanos su apoyo en estas semanas, como en la crítica hacia la empresa, durante la rueda de prensa con la que quisieron comenzar a cerrar este triste capítulo de su historia y de la de la propia ciudad y sus gentes. «Siemens Gamesa se quería ir y lo ha hecho, pero con unas formas muy incorrectas y sin la clase que los empleados sí hemos tenido no sólo este mes de negociaciones sino en los 18 años que hemos trabajado con ellos», reprochó el sindicalista.El penúltimo capítulo de esta historia tuvo lugar este martes con la renión de la mesa de negociación en la que la patronal -el último día del mes mínimo de período negociador-, «nos dio un ultimátum que nos vimos abocados a presentar a la asamblea de trabajadores, muy a nuestro pesar, donde sólo había cabida para la reubicación fuera de Miranda o la indemnización», recordó.«Basado en unas líneas rojas que nos marcaron desde el inicio de la negociación y que a nosotros nos ha sido imposible franquear, además de considerarlo injusto tras no darnos la opción que a otros compañeros sí dan», criticó. Aludió así tanto «a la propuesta de reajuste que sí se ha dado a los empleados de oficinas», o a los trabajadores de plantas alemanas «a quienes garantizaron tres años de empleo mientras que a nosotros sólo nos ofertaron el cierre desde el primer momento».Con penar confiesan que, de forma paralela a la formalización hoy de los despidos -e inicio del plazo hasta el día 19 para que cada trabajador afectado opte por la indemnización de 45 días por año trabajado o por trasladarse a cubrir puestos en otras plantas de la empresa-, comenzarán también a desmantelar el campamento de tiendas de campaña levantado esta misma semana por la plantilla frente a la planta.Un intento más, esta vez optando por el asentamiento como medida de presión en la negociación, para intentar mejorar las condiciones ofertadas por la empresa.A pesar de todo, Balanzategui asegura que aunque tienen ahora los ánimos por los suelos, confían en Miranda, «porque sabemos que tiene muchas oportunidades que Siemens Gamesa no ha querido aprovechar, a pesar de haberle puesto, tanto nosotros como el Ayuntamiento o la Junta, una alfombra roja para quedarse».Oportunidades de rebaja en impuestos, abaratamiento del suelo industrial, el cual goza de buena conexión con vías de transporte y grandes espacios para todo tipo de actividades industriales, «por las que otras empresas de toda España están empezando a interesarse», avanzó el portavoz, «y a disposición de las cuales nos ponemos todos nosotros, porque al igual que hicimos con Siemens Gamesa durante estos 18 años -aunque luego nos dejara tirados-, sabremos adaptarnos».Hoy, formalizaciónDesde el otro lado, fuentes de la empresa confirmaron que en la mañana de hoy se mantendrá un nuevo encuentro para la firma y confirmación legal del proceso, siendo hasta el día 19 de marzo cuando se mantiene abierto el plazo para que cada uno de los 134 empleados decida si optan por la indemnización o la reubicación en otras fábricas.Recuerdan que «son 170 plazas las que se han ofertado en factorías de toda España, en las que los empleados de Miranda que opten por la reubicación ocuparían puestos acordes a su formación y categoría», detalla la empresa. Asimismo, remarcan que «la ausencia de pedidos en la factoría mirandesa llevó a que ésta no fuera incluida en el plan de reajuste» que afectaría a 6.000 puestos en Europa. «De ahí que no se planteara en Miranda las opciones con que sí cuentan, por ejemplo, los empleados de oficinas de otras plantas, en las que por otro lado, al haber pedidos y actividad, los empleados de producción no se han visto afectados por dicho plan».