La gastronomía hace un guiño al certamen de pintura lermeño

Dos décadas llevan Lerma y sus rincones, siendo la inspiración de los cientos de artistas que han querido participar en alguna de las veinte ediciones que ha celebrado ya su concurso nacional de pintura rápida. La última, ayer, cuando cerca de cuarenta artistas comenzaron a ‘plantar’ sus mesas por la villa desde primera hora de la mañana, en la que disfrutaron de un día sin lluvia.Lugares a los que se sumaron muchos otros elementos tan acordes como éstos con el tema del certamen ‘Lerma, su cultura y su gente’ como fueron entre otros, el órgano de la colegiata o el reconocido lechazo lermeño, haciendo así un guiño a la gastronomía en el certamen pictórico. Asimismo, fueron muchos los que optaron en esta ocasión por composiciones monocromáticas.Fue el caso del ganador, Javier Fuente García, quien en gamas rojizas y granates y con un lienzo de roble como base, explicó haber querido hacer un guiño al mundo del vino a través de la madera de roble de sus barricas, y al rojizo de sus tierras y los caldos de Arlanza. Procedente de Burgos y participante en ediciones anteriores del certamen, logró esta vez el primer premio consistente en 1.200 euros y 1 noche en el Parador en media pensión, con su lejana visión de la colegiata lermeña.Monocromía por la que también optó el tercer clasificado, también de Burgos aunque esta vez con preferencia por los azules, Daniel Manfredi, que recibió así los 500 euros como tercer clasificado. El trío de premiados lo completó la también burgalesa Beatriz Marcos Garrido, en cuyo cuadro mostró otro de los grandes pilares de la cultura lermeña y sus gentes como son el lechazo asado que sirve uno de los emblemáticos restaurantes de la villa como es Casa Antón.A pesar de la coincidencia en el origen burgalés de los tres ganadores, cuyas obras junto a las otras seleccionadas se expondrán durante esta semana en el Ayuntamiento, el concejal de Cultura, Rodrigo Romero, destacó también la diversidad de procedencias de los participantes -al haber entre ellos artistas de Perú, Cáceres, Madrid o Sevilla-, y de edades, siendo el más joven una pequeña que con 8 años, disfrutó del domingo dando forma a una bella vista lejana de Lerma. «Era una de las cosas que quisimos introducir entre las bases tras retomar el certamen hace tres años, la posibilidad de que participara gente de toda edad eligiendo a la vez la técnica».Evento en el que hubo más novedades, como fue sumar a la larga lista de espacios de la Villa Ducal a retratar, el parador y las iglesias de San Blas y de Santa Clara, «pidiendo permiso para ello y con respeto, sobre todo en el caso de sendos templos donde había culto».El concejal destacó asimismo la agradable jornada vivida ayer, en la que la paellada de convivencia cerró la hora de entrega de obras, e hizo más amena la espera hasta conocer los resultados de este certamen que ayer cumplió 20 años, que de nuevo coincidió con su gemelo arandino -éste el sábado-, facilitando que algunos hicieran doblete ‘pictórico’ este fin de semana en Burgos.