El Correo de Burgos

El coto micológico de las Merindades ya está a punto

Tras haber adaptado ya su normativa al nuevo decreto aprobado por la Junta en octubre, espera iniciar la venta de permisos antes de acabar julio

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M. M.
Burgos

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Los responsables del coto de setas La Engaña-Merindades Norte sólo están a la espera del envío de la licencia por parte del Gobierno regional, para iniciar la actividad micológica en las casi 23.000 hectáreas que lo componen. «De hecho, hemos mandado a la Junta hace semanas el pertinente aprovechamiento ya abonado -paso previo a la concesión de la licencia-, con el deseo de que antes de acabar julio podamos comenzar a vender permisos, pues son muchas las personas que están llamando por ello», afirma Ángel de la Fuente, quien como agente de desarrollo local de la zona, colabora con los ayuntamientos propietarios para realizar los trámites de esta gestión.De la Fuente añade que tras el pago de dicho aprovechamiento por parte del Ayuntamiento de Merindad de Montija -elegido primer gestor del coto durante 3 años, por acuerdo adoptado entre los 4 ayuntamientos y sus pedanías como copropietarios de estos montes-, «se está procediendo al envío de los certificados de pago a los restantes ayuntamientos y juntas vecinales copropietarios, con el fin de dejarlo todo listo cuanto antes».Asimismo, de forma paralela se irán ultimando también los puntos y vías de venta. Si bien el pasado año la compra de permisos se pudo realizar a través de la web creada por la entidad, y en los 6 puntos de venta autorizados para ello -la mayoría de ellos restaurantes y bares de la zona-, «aún estamos cerrando todos los detalles, con lo que no será hasta septiembre en que actualizaremos la web cuando colguemos en ella toda la información al respecto», informó el agente rural.El técnico explica que éstos son los últimos pasos tras meses de arduo trabajo en los que la veintena de ayuntamientos y entidades locales menores que comparten la propiedad del coto han tenido que adecuar su normativa -que regulaba su gestión desde 2010 en que decidieron unirse creando este coto conjunto-, a las pautas del nuevo decreto sobre aprovechamiento micológico aprobado en octubre por la Junta, la cual sin embargo no colgó en su web hasta abril los pasos a dar.Cambios entre los que estaba la obligación de tener un solo dueño de cara a la Junta, ante lo que todos acordaron que fuera el Ayuntamiento de Merindad de Montija el primer gestor del coto durante los próximos tres años. «Labor que irán realizando progresivamente todos, quienes mantendrán una reunión a final de cada año donde hacer balance de los beneficios logrados, y debatir sobre mejoras en el coto y los posibles destinos de dichos ingresos», detalla.Decisión para la que fue necesario previamente, elaborar una ordenanza que regulara el funcionamiento del coto. «Normativa que tras ser redactada y aprobada por Montija, el resto de ayuntamientos adecuó y aprobó en sus respectivos plenos, siendo hoy una ordenanza municipal común en todos ellos».Recuerda que tras trabajar muchos años con Cesefor- entidad privada a la que la Junta encargó años atrás la gestión micológica de los cotos de la región-, decidieron rescindir dicho contrato de gestión con ellos. «Aunque en 2016 siguió gestionando el punto de venta online, siendo más de 23.000 euros los recaudados por esa vía y que hoy en día aún nos deben, así como varias anualidades anteriores», reprocha. De ahí que los ayuntamientos decidieran abrir una página propia que permite hoy tenerlo todo controlado».De esta forma esperan regular una actividad que, a pesar de las deudas que aún perviven desde Cesefor, «trajo consigo unos ingresos importantes, pues se ha logrado un aprovechamiento en estos años de entre 1,5 y 2 euros por hectárea, dependiendo de la temporada y de cómo esté yendo en otros puntos de la provincia», argumenta el técnico.Factores a los que se suma la facilidad que se da al aficionado para disfrutar de la actividad mediante diversos precios según el permiso pedido, al poder optar por los de un día, los de temporada, los de uso recreativo, los de uso comercial, los emitidos a empadronados en alguna de las localidades copropietarias o a veraneantes y visitantes puntuales, «siendo unos 400 los solicitados sólo de temporada y más de 700 los de día pedidos en 2017».

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