«Hemos ayudado a que el vino de esta tierra sea conocido en todo el mundo»

Los hermanos Benjamín y Manuel Pérez Pascuas se sienten «tremendamente orgullosos» de recibir el premio a toda una vida dedicada al vino que ayer les entregó en la localidad vallisoletana de Peñafiel la Fundación Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC). «Se trata de un gran reconocimiento desde que empezamos con la primera cosecha hace 38 años con el único objetivo de la calidad», explicaron los empresarios de Pedrosa del Duero, en representación del tercer bodeguero de la saga, Adolfo, que no pudo estar presente.Con estas palabras, los hermanos señalaron que su principal objetivo siempre ha sido «producir un vino honesto, con valentía y personalidad únicas», que en la actualidad llega a más de 40 países. No en vano, aseguraron percibir este éxito «con humildad pero con el orgullo de que, con otros bodegueros, hemos contribuido a que el vino de esta tierra sea conocido en España y en todo el mundo».El presidente de la Diputación de Valladolid, Jesús Julio Carnero, fue el encargado de entregar el galardón a los hermanos Pérez Pascuas. Durante el acto, remarcó que lo más importante de los premiados es que «tanto el abuelo Mauro, que inició la saga, como luego Adolfo, Manuel y Benjamín, y ahora sus hijos, siguen la tradición y la han potenciado algo tan importante en familia como es el trabajo continuo en el viñedo y la bodega, aplicando especialmente la pasión, la honestidad, calidad y el apego a la tierra».Acto seguido, Carnero aprovechó la clausura del curso de verano de la universidad privada vallisoletana sobre ‘El vino y la cocina’ para celebrar la presencia de la «flor y nata» de la producción vitivinícola de calidad en Castilla y León. Según recoge la Agencia Ical, manifestó que «el vino es un elemento mágico que nos hace ser mejores, al aflorar en cada uno lo bueno que se lleva dentro». Al mismo tiempo, destacó la importancia de la «gran cocina», el «maridaje» y el «enoturismo» a la hora de impulsar la «cultura vitivinícola» regional.El reconocimiento a toda una vida dedicada al vino depende de los votos de representantes de los consejos reguladores de las denominaciones de origen (DO), periodistas especializados y miembros de la Fundación y la UEMC. En su tercera edición, ha recaído sobre una familia burgalesa que se embarcó en 1980 en la aventura de fundar su propia bodega y cuya motivación se centró en la elaboración de vinos calidad. En las pasadas ediciones se premió al enólogo Mariano García, de bodegas Mauro, y al consejero delegado de Bodegas Vega Sicilia, Pablo Álvarez. De esta forma, se pretende reconocer a las grandes personalidades impulsoras del vino en Castilla y León.«Se trata de hombres o mujeres que con su trabajo e investigaciones han posicionado a la vinicultura castellano y leonesa entre las mejores del mundo», detallaban desde la Fundación UEMC, amén de resaltar la idea de poner en valor la trayectoria de personas que, como en el caso de Benjamín, Manuel y Adolfo Pérez Pascuas, «han revolucionado y hecho grande el vino de esta región».La historia de Bodegas Hermanos Pérez Pascuas empieza con Mauro Pérez y las tierras que él trabajó y amó durante toda su vida. Hombre laborioso y de inteligencia innata, supo transmitir a sus hijos el respeto a la tierra y el gusto por el trabajo bien hecho. Los viñedos que él dejó a su familia son la base de la actual bodega situada en la localidad burgalesa de Pedrosa de Duero.En el año 1980, los hermanos Benjamín, Manuel y Adolfo Pérez Pascuas, convencidos de las inmejorables posibilidades del viñedo familiar, fundaron la bodega, pionera en la DO Ribera del Duero, de carácter familiar, que desde sus orígenes apostó por la elaboración de ‘Grandes Vinos’. El viñedo de la familia está compuesto por 135 hectáreas, donde la variedad de uva local, la ‘Tinta del País’, representa el 90% de la plantación, mientras que el 10% restante corresponde a ‘Cabernet Sauvignon’.Dadas las buenas características y extensión del viñedo familiar, Pérez Pascuas es una de las pocas bodegas en la DO Ribera del Duero que logra autoabastecerse, garantizando así un estricto control de calidad en las 500.000 botellas que se elaboran anualmente. Bajo las maracas ‘Cepa Gavilán’, ‘Finca La Navilla’, ‘Viña Pedrosa’ y ‘Pérez Pascuas-Gran Selección’, sus vinos son exportados a más de 38 países que concentran el 43% del volumen de producción anual.