El siglo VIII, decisivo en la historia pasada de Revenga
La llegada a este poblado autóctono del cristianismo y el mundo árabe divide en dos fases la vida de este yacimiento, hecho que reafirma el estudio de su cerámica
Los responsables de las excavaciones de los yacimientos del entorno de Revenga han remarcado el siglo VIII como «decisivo en la vida del poblado autóctono de Revenga, ya que coincidió con el inicio del trazado de los reinos cristianos y del mundo musulmán, con los que convivieron, introduciendo así cambios decisivos en su forma de vida y su desarrollo». Afirmaciones corroboradas, a su vez, por el estudio realizado en la Universidad de Barcelona de algunas de las piezas de cerámica halladas en el lugar, en el que se aprecia el uso de materiales de procedencia local junto a otros foráneos «que constatan la presencia de elementos y culturas de fuera».Actuaciones, las de este año, que «nos permiten así hablar de dos etapas, éstas dentro de dos orquillas temporales que acotan bastante las épocas en las que datar estos restos, como son una primera entre los siglos V al VIII, y una segunda del IX al XIII, momento en el que documentos medievales ya hablan del abandono del lugar», fecha Karen Alvaro, investigadora y profesora de la Universidad de Barcelona, a la par coordinadora junto a Esther Travé y María Dolores López, de este proyecto iniciado en 2014.Álvaro basa así su afirmación en el hallazgo de viviendas originales de base redonda en las que ya trabajaron el pasado año, «sobre las que se han encontrado ahora nuevas plantas cuadradas, que muestran que amortizaban estas construcciones», detalla la investigadora. Edificaciones «a las que se sumarían también en esta segunda fase la necrópolis y la iglesia, acordes a nuevos usos sociales llegados con esos pueblos con los que comenzaron a interrelacionarse durante los siglos posteriores». Remarca que son sólo algunas conclusiones iniciales en las que seguirán trabajando a partir de ahora, «extraídas de los trabajos de la actual campaña de excavaciones iniciada el 20 de agosto y que concluye hoy, «y cuya importancia nos hace pensar en seguir allí durante más campañas si hay ayudas para ello».Si bien en 2017 ya constataron que Revenga «estuvo habitada al menos desde el siglo V, por una población autóctona desvinculada de los asentamientos romanos ya existentes», esta vez logran ir más allá tras haber seguido trabajando en la misma zona de viviendas, «anexa a un segundo área ‘productiva’ donde fabricaban sus útiles y donde se han hallado piezas de cerámica, que nos han permitido profundizar en todo lo hallado hasta ahora», afirma.Álvaro se muestra así muy satisfecha con este proyecto investigador que, impulsado por la Universidad de Barcelona en colaboración con varias más de todo el país, les ha permitido con las 4 campañas realizadas hasta ahora, profundizar en el conocimiento de las poblaciones y construcciones altomedievales, «sobre todo en el corredor entre las cabeceras del Ebro y el Duero».Campo de investigación en el que coinciden con otros expertos tras hallar similitudes entre lo encontrado en los puntos de trabajo del entorno del Comunero de Revega, con yacimientos de otras regiones. «Razón por la cual, nos han invitado a narrar estos hallazgos en el foro internacional que ha organizado la Universidad del País Vasco, y donde se darán cita expertos de todo el mundo con el fin de debatir y compartir descubrimientos».Riqueza patrimonial que como defiende Álvaro, «no sólo debe darse a conocer al resto de científicos, como ya hacemos a través de los artículos especializados que escribimos durante el año», explica. «Sino también a la sociedad, devolviéndole así parte de lo que nos da a los investigadores y a las instituciones». Por ello, como ya hicieron en 2017, abrieron esta campaña de nuevo al público invitando a la participación ciudadana, «con lo que este año hemos contado con 5 voluntarios, que se han sumado a las 9 personas que formamos el equipo investigador».Transmisión al público que considera esencial, y que le lleva a insistir a las administraciones para lograr su ayuda en esta labor de promoción y difusión de los hallazgos. Agradece así el apoyo de las diferentes universidades y del Comunero de Revenga -espacio que gestionan por igual los ayuntamientos de Canicosa de la Sierra, Regumiel de la Sierra y Quintanar-, así como de la Diputación Provincial y de la Junta.Insistencia con la que ha logrado el compromiso regional para vallar la zona -«pues su protección era una asignatura pendiente»-, la actualización de los folletos informativos y la futura señalización de la zona, «donde nosotros nos hemos comprometido a elaborar el contenido, pero deben ser ellos los que contraten la realización física de dichas señales», así como de varios paneles que se colocarán en la Casa de la Madera.Deberes a los que suma la colaboración con la Universidad de Burgos para que Revenga sea eje de uno de sus cursos de verano de 2019, o la publicación de un segundo libro sobre los yacimientos -éste con apoyo de la Diputación, «para el que no falta contenido sino tiempo», confiesa.