El Correo de Burgos

TROTABURGOS / MASA

Punto de partida de un Páramo infinito

Refugio del guerrero que busca paz en la montaña, cruce de caminos hacia paraísos terrenales y ejemplo de colaboración vecinal para dinamizar sus encantos con un sinfín de recursos turísticos

La nieve embellece más si cabe el acceso al pueblo.-KIKE DE MIGUEL

La nieve embellece más si cabe el acceso al pueblo.-KIKE DE MIGUEL

Burgos

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Si algo bueno tiene la provincia es su amplia variedad de espacios naturales para desconectar del mundanal ruido y la estresante rutina de los grandes núcleos urbanos. Al mismo tiempo, también ofrece un extensísimo catálogo de enclaves idóneos para la práctica de múltiples deportes, desde el siempre relajante senderismo hasta la escalada pasando por distintas rutas en bicicleta. Todo esto y mucho más se puede encontrar en Masa, a escasos 35 kilómetros de Burgos capital. Flora, fauna y aire puro. La combinación perfecta para un fin de semana inolvidable en un entorno espectacular. ¿Qué más se puede pedir?Lo primero que hay que hacer nada más llegar es deshacer las maletas. Masa cuenta con dos establecimientos rurales (Los Calcillos y La Casa del Páramo), de tal manera que la visita se puede prolongar más de un día. Y para que pernoctar merezca la pena, La Casa del Páramo propone un interesante programa de actividades, entre las que se incluye un circuito de orientación circular alrededor del monte con 9 paradas. En cada una, el senderista debe localizar la baliza de rigor que esconde una letra. Al final, los participantes descifran la palabra misteriosa, relacionada con el pueblo, tras disfrutar de un recorrido de 4,5 kilómetros, para todos los públicos -tan solo 100 metros de desnivel-, que se puede realizar cómodamente en una hora.Antes de adentrarse en el medio natural, lo ideal es conocer previamente la localidad y detenerse en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, claro ejemplo de una perfecta combinación estilística que bebe del gótico, el clasicismo e incluso el barroco de puertas hacia dentro gracias a su prechurrigueresco retablo del siglo XVII. El templo es, sin lugar a dudas, objeto de orgullo entre los vecinos y descendientes de una tierra de la que todos presumen, hasta el punto de encaramarse a lo más alto si hace falta para que la parroquia luzca sus mejores galas.Los hechos, en este sentido, hablan por sí solos. A finales de julio de 2016, Kike de Miguel, Javier Elena y Jorge Calvo, socios fundadores del Club de Montaña ‘Al Filo de lo Infrüngible’, limpiaron la iglesia «de arriba abajo». Se antojaba necesario ese lavado de cara, ya que el musgo y las plantas se habían apoderado en gran medida de la fachada. Mientras ellos trabajaban en vertical, un grupo de vecinos se sumó al operativo desbrozando el entorno y, en apenas cinco horas, lograron eliminar el verde que restaba belleza al inmueble.Dejamos el pueblo para conocer el Páramo de Masa, paraíso natural con un sinfín de alicientes turísticos que no pasan desapercibidos entre los amantes del montañismo y de las rutas por paisajes imponentes capaces de detener el tiempo. Además, los fanáticos de la espeleología están de enhorabuena. Al otro lado de la N-623 se encuentra la cueva de Peña Otero, difícilmente perceptible a primera vista por las reducidas dimensiones de su rocosa entrada. Cierto es que, una vez dentro, a veces cuesta avanzar. Sin embargo, todo aquel que se lanza a la aventura destaca la singularidad de un espacio con «vestigios de otras épocas» que revela la prehistórica presencia de nuestros antepasados en busca de refugio ante las inclemencias meteorológicas.Si alguien conoce palmo a palmo los alrededores de Masa ese es Kike de Miguel, quien no duda en ensalzar los numerosos senderos que atraviesan el monte dirección norte fusionándose a la perfección en un «espacio con una fauna y flora característica», poseedora de una «gran variedad micológica, en la que conviven «las grandes y frondosas extensiones de encinas, quejigos y robles donde todavía se refugia el ganado». Por otro lado, también pone en valor la «infinidad de fuentes que «nos indican que en el subsuelo del Páramo existen una gran cantidad de acuíferos que dan lugar a lagunas y a surgencias como el gran Pozo Azul, una referencia internacional del espeleobuceo».El Páramo de Masa se enmarca en un territorio kárstisco con unos atardeceres «únicos» en sus puntos más altos que permiten vislumbrar las siluetas del Curavacas y Espigüete. Aparte de subrayar la belleza intrínseca de lagunas como la de Pila Vieja, la de Venta la Perra o la de las Brujas en Cernégula, De Miguel recuerda que en el término municipal de Masa nacen los primeros arroyos que a posteriori forman dos ríos de cuencas hidrográficas diferentes: por el oeste el San Antón, uno de los principales afluentes del Rudrón (Ebro) y por el extremo este el arroyo de Valdemiguel, que se nutre de varios manantiales y que, aguas abajo, da lugar al Ubierna (Duero).El paisaje gana enteros durante el paseo gracias a la fauna, pues no es raro toparse por el camino con ejemplares de corzos, jabalíes, tejones, garduñas, zorros, liebres o conejos. Además, los ornitólogos tienen ante sí un escenario inmejorable para el estudio y la captación fotográfica de aves esteparias. No es para menos, ya que el Páramo de Masa es el «hábitat ideal» para currucas tomilleras, caladrias, terreas comunes, sisones o alcaravanes. Por si fuera poco, De Miguel precisa que también se pueden localizar «algunos ejemplares de las escasas alondra de Dupont, avutarda y aguilucho cenizo».Cuando uno se aleja de las proximidades de Masa, el abanico de recursos es ilimitado. Es lo que tiene formar parte de un «cruce de caminos» que, en múltiples ocasiones, desembocan en «algunos de los lugares más bonitos del norte de Burgos». No queda otra que coger el coche, pero siempre merece la pena independientemente de la dirección elegida. Si se opta por el norte, a través de la N-623, se llega al Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón. Si la ruta discurre por el sur, hacia Burgos, lo suyo es conocer a fondo la Merindad de Río Ubierna y perderse por las «interesantes» rutas senderistas que alberga. Por el oeste, vía N-629, se puede acceder al Geoparque de Las Loras. Y al este, saludando a La Bureba, nada mejor que visitar Poza de la Sal, la tierra que vio nacer a Félix Rodríguez de la Fuente.Más allá del patrimonio natural e histórico de Masa, una de sus principales características es la implicación vecinal -casi siempre a través del Teleclub- para el desarrollo de actividades culturales y deportivas con el objetivo de dinamizar la zona y consolidar un modelo turístico de calidad. A este respecto, De Miguel remarca los trabajos de marcaje y balización de caminos y sendas para comunicar la localidad, a través de «senderos de pequeño recorrido (PR)», con los pueblos colindantes. Asimismo, recomienda encarecidamente la asistencia y/o participación en la Subida a la Magdalena, una carrera popular con tres ediciones a sus espaldas que se celebran el 12 de octubre coincidiendo con las fiestas.

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