El Correo de Burgos

sucesos

Cae una banda con más de 100 robos atribuidos en el Alfoz

Su líder asaltaba viviendas vacías, escondía los objetos en las proximidades y una pareja los recogía en coche para entregárselos al encargado de su venta

El teniente coronel jefe de la Comandancia de Burgos,Alfonso Martín, y el subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, observan el material robado.-SANTI OTERO

El teniente coronel jefe de la Comandancia de Burgos,Alfonso Martín, y el subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, observan el material robado.-SANTI OTERO

Burgos

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De entrada, nadie sospecha de un joven en bicicleta que se detiene en un pueblo cualquiera para hacer un alto en el camino. Eso debía pensar J.M.O.B. (32 años), el líder de una banda a la que se le atribuyen más de un centenar de robos con fuerza, en viviendas y merenderos del Alfoz, cuyos integrantes fueron detenidos el martes por la Guardia Civil en el marco de la Operación Rejón. Ahora, con los presuntos ladrones ya entre rejas, la prioridad de los agentes es localizar a los vecinos afectados para devolverles el material robado, que no es poco.La investigación se inició a principios de abril del año pasado tras constatarse un incremento desmesurado de asaltos en municipios próximas a la capital como Cardeñajimeno, Cardeñadijo, Ibeas de Juarros y Castrillo del Val. Localizar a los responsables parecía a priori «bastante complicado» porque los saqueos solían producirse en segundas residencias, sin moradores en su interior, y con una variación «anárquica» de días y localidades donde dar el golpe.Gracias a la «acumulación de datos e indicios», los agentes encargados de la investigación descubrieron el modus operandi de la banda. J.M.O.B. se desplazaba en bici -con el foco trasero tapado con cinta aislante para no llamar la atención por la noche- y accedía a las casas por la ventana, forzando las rejas previamente, tras asegurarse de que se encontraban vacías. A continuación, sustraía los objetos que consideraba de mayor valor y fácil transporte para ocultarlos en las proximidades. Posteriormente, M.E.H.B (21 años) y R.A.N. (19) viajaban en coche hasta el ‘escondite’ para hacerse con la mercancía. Finalmente, S.A.A. (30) se encargaba de colocar el material sustraído en establecimientos dedicados a la venta de segunda mano.El cabecilla de la banda no siempre pudo perpetrar los robos a sus anchas. Según detallaba ayer el teniente coronel jefe de la Comandancia de Burgos, Alfonso Martín, en una ocasión entró «por error» en una vivienda con su propietario durmiendo. No fue consciente de ello hasta que el morador se despertó y abandonó el lugar lo más rápido posible. De hecho, la Benemérita ha podido confirmar que este grupo jamás empleó la violencia a la hora de cometer sus fechorías.La Operación Rejón se saldó con dos registros domiciliarios por orden judicial. El primero, en la calle de la Paloma de Burgos capital, permitió localizar la «mayor parte del material» que aún no se había puesto a la venta. En el segundo, en San Millán de Juarros, también quedaba algo del botín. Esta vivienda, precisamente, era el punto de partida de la pareja sentimental que se desplazaba en coche para recoger los objetos robados.Martín también precisó que dos integrantes del grupo, de nacionalidad española, contaban con antecedentes penales por hechos similares. No así sus dos compañeros, procedentes de terceros países y totalmente «limpios». Por eso se encargaban de «colocar» el material, pues no generaban recelo alguno en los establecimientos a los que acudían.Aunque la Guardia Civil sospecha de su participación en más de 100 asaltos, a día de hoy tan solo se han podido acreditar 14. No obstante, la investigación sigue abierta en ese sentido. Lo que parece poco probable, aunque no se descarte la hipótesis del todo, es que no había ninguna otra persona involucrada con una organización que a pesar de su aparente falta de profesionalidad sabía ejecutar con eficacia los saqueos.Lo más importante de la detención e ingreso en prisión de estas cuatro personas es la «seguridad» que la noticia aporta a «todos los vecinos del Alfoz». Al menos esa fue la lectura del subdelegado delGobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, quien no dudó en ensalzar la «profesionalidad y eficacia» de la Benemérita tras culminar una operación «realmente fructífera».Lo más complicado ahora será localizar a los propietarios del material robado. La banda hacía acopio de todo tipo de objetos. Electrodomésticos, útiles de jardinería, joyas, relojes, armas y monedas antiguas, bicicletas, equipos informáticos... Resulta imposible cuantificar el valor de todo el botín porque buena parte ya se ha vendido. No en vano, Martín animó a las víctimas de los hurtos a acercarse al Acuartelamiento de la Avenida Cantabria para comprobar si les pertenece alguno de los efectos recuperados.El teniente coronel también aprovechó la ocasión para insistir la importancia de interponer denuncias «a la mayor brevedad posible»en este tipo de casos. Además, no dudó en recomendar la anotación de los números de serie de los electrodomésticos o la entrega de una copia de las llaves a vecinos, si se trata de una segunda residencia, para verificar que todo sigue en orden y simular una presencia habitual.

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