RIBERA
Las quejas por juegos de azar y casas de apuestas llegan a la OMIC
La mayoría de las 11 reclamaciones en Aranda guardan relación por bloqueos a usuarios cuando ganan
El balance anual de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) sobre las quejas que presentan los arandinos incluye este año, como principal novedad, a un nuevo protagonista: los juegos de azar. Y aunque el juego no es algo novedoso en la capital ribereña, la llegada de salas recreativas y, sobre todo, de sus infinitas opciones online, ha despertado el interés de los jóvenes, una cuestión que preocupa a la Asociación Burgalesa para la Rehabilitación del Juego Patológico (ABAJ). «Es una enfermedad muy oculta, porque tanto el afectado como su entorno no suelen ser conscientes del alcance», asegura el psicólogo, David Burgos, consciente de que el juego no solo es un problema económico, sino que además dinamita a la familia con mentiras constantes.Al no existir una agrupación en Aranda de Duero, los afectados de la Ribera suelen acudir a esta asociación burgalesa. «Últimamente, con el crecimiento de las casas de apuestas y la publicidad agresiva de las apuestas deportivas, se está agravando porque es más adictivo», advierte.Con las nuevas tecnologías, el perfil del jugador tradicional ha cambiado por un usuario más joven que encuentra en internet el medio perfecto para pasar desapercibido. «Al principio va en grupo, como algo social, pero luego jugará solo», señala Burgos consciente de que el ciclo se acelera. «Antes, para engancharse hacían falta cinco o seis años. Ahora, en un año y medio, ya hay gente adicta”, lamenta preocupado también por los numerosos casos de mujeres que se están viendo afectadas por esta enfermedad.RehabilitaciónEn su opinión, aunque cada caso es diferente, la rehabilitación puede durar un año y medio. «Lo importante es que den el paso y no tengan miedo o vergüenza», anima el psicólogo extendiendo su mensaje al entorno más cercano del adicto. «Yo les pediría que estén muy atentos», implora a sabiendas de que tras gastar lo propio, llegan los préstamos, las deudas y sobre todo: las mentiras. «Es una epidemia que no hay que tapar ni esconder».Desde la Abaj, hacen además un llamamiento a todos los colegios ribereños, así como asociaciones de vecinos y ayuntamientos, para que organicen con ellos jornadas de concienciación social. «Suelen ser personas impulsivas, cortoplacistas, un poco inmaduras, con baja tolerancia a la frustración y con carencias emocionales», analiza Burgos.El juego no solo causa problemas de adicción y de familia; también hay estafas y engaños. Sin entrar en detalles, por confidencialidad, la mayoría de los 11 casos planteados en la OMIC guardan relación con jóvenes que denuncian haber sido bloqueados por casas de apuestas online cuando ganan. «Es algo ilegal», recuerdan desde la OMIC con cierta preocupación porque muchos de estos jóvenes ven el juego como una opción de negocio en la que pueden ganar mucho dinero. «Hay que concienciar del riesgo porque se puede ganar mucho un día pero también perderlo», advierte la concejala responsable de Consumo en el Ayuntamiento de Aranda de Duero, Marian Marín.En su opinión, con 11 reclamaciones no hay que ser alarmistas, pero sí estar pendientes ante un tema que hasta ahora no había llegado a la oficina del consumidor.