«Es un suicidio como país no contar con el talento femenino»

La Aguilera

Ha sido una de las mujeres que más lejos ha llegado en la política española pero no se conforma porque sabe que, aunque en España se ha trabajado mucho por la igualdad, el papel de la mujer en las decisiones empresariales sigue siendo minoritario. Por ello, la exvicepresidenta de Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría – hoy al margen de la vida política- aprovechó su presencia en la clausura del curso Prensa y Poder del colegio San Gabriel para realizar un alegato por todas esas mujeres que pese a brillar en su etapa formativa y primeros años de profesión, deben elegir entre la maternidad y su carrera. «Seamos conscientes de que tenemos que apoyar a esas mujeres que en un momento de su vida hacen un servicio al país, y si me apuran, para la humanidad».Aunque la motivación podía ser social –que también- la abogada del Estado extiende el encaje a la rentabilidad de un país que crecería de forma exponencial si contase con el talento del cien por cien de la población y no solo del 50% como hasta ahora. La excelencia de la mujer, concreta, se demuestra con cifras: el 56,5% de los premios nacionales de Fin de Carrera son acaparados por mujeres así como los primeros puestos del 64,3% de los ciclos formativos de Grado Superior. Las féminas también logran el número 1 en los principales procesos selectivos, en las oposiciones y en las carreras (principalmente las de Humanidades). Pero sin embargo, esta excelencia se va perdiendo con el paso de los años. «Hablamos siempre de la brecha salarial que pese a las medidas sigue existiendo pero hay una brecha de que apenas se habla que es la maternidad», insiste a sabiendas de que pese al reconocimiento legal de la Igualdad «no hemos avanzado lo que deberíamos».Según explica, entre las jóvenes hay mujeres extraordinarias que van ascendiendo «“imparables por su calidad, su formación y su dedicación» pero llegados a los 32- 35 años hay una decisión que cambia sus vidas. «Es la brecha de la maternidad», rechaza consciente de que en esos años es cuando las empresas buscan sus cuadros directivos. «Tenemos que ayudar a esas mujeres para que esa brecha no suponga la expulsión, la perdida de la carrera profesional y la pérdida de talento», urge.

Sáenz de Santamaría resalta también su papel en la lucha contra la despoblación, ya que «si estamos hablando de que nos falta población, de que nos falta natalidad; es un suicidio como país no contar con el talento femenino, no promoverlo o apoyarlo», señala al recordar que las empresas sostenibles del mundo son las que cuentan con mujeres.«La salida de la crisis tiene rostro de mujer» sostiene mientras da dos datos: en 2011, 1.382.000 habían perdido su empleo desde 2007 pero en junio de 2018 había 8 millones de afiliadas a la Seguridad Social. «¿Qué cómo lo hicieron? Emprendiendo». Seis de cada diez nuevos emprendedores en la crisis eran mujeres. «Se arriesgaron más y en mayor medida que los hombres», valora.Como soluciones a la desigualdad, la exdiputada vallisoletana apunta la valoración de las capacidades y el mérito, una mayor presencia de la mujer en el discurso y una corresponsabilidad real entre los hombres y las mujeres. «La corresponsabilidad no es que yo le deje a mi marido en la puerta de la nevera, pegada con un imán, la lista de la compra y la haga, es que mi marido abra la nevera y vea lo que hace falta para la semana. Eso es la corresponsabilidad, y el día que eso pase, probablemente, avanzaremos algo más», defiende convencida de que mientras las mujeres están perdiendo oportunidades en el mundo laboral y en el tiempo de ocio que no tienen, los hombres se pierden esa etapa única que es la crianza de los hijos.

A mayores, en su intervención felicitó a San Gabriel y al director de los cursos, Graciano Palomo, por la consolidación de una cita que ha permitido reunir a personas y personalidades de la sociedad española para discutir preocupaciones que forman parte de la realidad, analizar problemas y buscar soluciones.