ROMERÍA DE SANFAGÚN
La romería de Sanfagún a caballo entre la religión y la fiesta popular
Decenas de romeros acudieron a la ermita románica de Los Barrios de Bureba
Una de las señas de identidad más arraigadas en los pueblos burebanos es la celebración de las romerías bien en sus fiestas patronales o en otras vinculadas a lugares destacados en la historia religiosa de los municipios. Su tirón es tan poderoso que no resulta infrecuente que muchas de ellas sean escogidas para el retorno de los antiguos vecinos acompañados por sus descendientes y así utilizar este acto como vínculo de unión entre la tierra natal y las distintas generaciones.
Estas características las cumple en su totalidad la romería en honor a Sanfagún, enmarcada en las celebraciones de Acción de Gracias de Los Barrios de Bureba, convertida en una de las más conocidas y numerosas en cuanto a participación. Con el objetivo de darle un mayor contenido, este año se ha organizado de forma paralela una vistosa exposición de tractores históricos en los aledaños de la iglesia parroquial.
La muestra entronca con el singular ‘parque temático’ donde los antiguos aperos de labranza se han transformado en piezas decorativas del entorno de la ermita donde se desarrolla el grueso de la fiesta. Así como cada año, bajo un sol de justicia, partieron tras la misa mayor decenas de personas que recorrieron en comitiva por la carretera CL-632 la distancia que separa el núcleo de la ermita.
Antaño, la misa se celebraba en la campa pero al estar expuesta a la meteorología se optó por dividir la parte religiosa conservándose la costumbre de cantar la Salve por los romeros una vez arribados al lugar. Su parte más lúdica está intrínsecamente ligada a la parte religiosa, siendo su demostración la bendición del tradicional zurracapote transportado por el pequeño y decorado tractor agrícola que procesionó tras el pendón y la cruz parroquial hasta la ermita.
La bebida típica de los romeros fue preparada por la peña local y su composición es guardada celosamente por sus elaboradores, que con la ayuda de los asistentes procedieron a su reparto entre los presentes mientras la música de una charanga animaba la mañana.
La fusión entre un santo legionario romano y la fiesta tradicional de los campesinos castellanos, dan un especial sentido a esta romería burebana. Además, este encuentro popular es el único momento en el que se abre al público el templo románico ya que permanece el resto del año permanece cerrado. Constituye uno de los ejemplos más antiguos del románico burebano construido en el año 1180.
Asimismo, la estampa de la histórica espadaña de la ermita románica bajo cuya sombra San Facundo recibe el homenaje de los vecinos luciendo las blusas de fiesta y la típica boina roja, es una de las más singulares de la comarca.
La historia del santo patrón de Los Barrios es singular siendo una de las características más llamativas. Su peculiaridad se encuentra en la vestimenta del mártir así como en el uniforme de legionario romano que pertenecía al ejército imperial. El santo patrón fue ejecutado por su fe cristiana por orden del cónsul Marco Aurelio Antonino en la ribera del río Cea situado a sesenta kilómetros de la ciudad de León.