Rotundo Perera que sale a hombros con Pablo Aguado
Iñigo Crespo Aranda
Se cerró la feria taurina de Aranda de Duero con una señora corrida de toros y manteniendo el son triunfal de todo el abono. Sin complejos, con un hilo argumental cargado de contenido y con tres toreros en estado de gracia, la feria arandina puso la guinda con un encierro de Victoriano del Río que sacó nobleza, clase, bondad, fijeza, dispar fondo y desigual poder, pero que fue una corrida de altas prestaciones.El último capítulo del abono ribereño tuvo varios nombres propios que vinieron a redondear un ciclo donde la nota más determinante ha sido el triunfo de los actuantes y el alto número de ejemplares que han embestido. Se ha sentido y ayer también se sintió la competencia entre los diestros y las ganas de todos los toreros por agradar a un público que ha vuelto a responder a la oferta taurina de la Virgen de las Viñas. A hombros un Miguel Ángel Perera incontestable y un Pablo Aguado que derramó torería y clase.Más información en la edición impresa