Parkinson Burgos llega ya a 15 pueblos y a casi 900 usuarios
La asociación renovó ayer su convenio con la Diputación, «lo que nos permite acercarnos a la provincia para informar y formar a familias y usuarios, ayudando así a que sigan en su entorno»
La enfermedad de Parkinson hace tiempo que dejó de ser una afección de gente mayor que tiembla -efecto que la medicación casi ha reducido ya totalmente-, hoy es gente mucho más joven a la que se les detecta antes y se acerca a preguntarnos al respecto, siendo cerca de 900 las personas que atendemos hoy de capital y provincia, muchos de ellos con edades en torno a los cuarenta». Éstas fueron algunas de las pinceladas que la presidenta de Parkinson Burgos, María Jesús Delgado, dio ayer tras la firma de renovación del convenio existente entre la entidad y la Diputación de Burgos, junto al presidente provincial, César Rico, y la diputada provincial responsable del área de Bienestar Social, Inma Sierra.Con una duración de un año y una aportación económica provincial de 20.000 euros, éste les permitirá continuar con el programa ‘Parkinson Rural Burgos’, «con el que llegamos al mundo rural a atender a familias y afectados, hasta donde se desplazan el terapeuta ocupacional y la psicóloga», explicó Delgado. Añadió que contar con afectados más jóvenes «se debe en parte al hecho de haber una mayor preocupación por la salud que nos lleva antes a la consulta del médico y con ello a su detección también más temprana», lo que a su vez «da lugar a más afectados en correspondencia también con un aumento en la esperanza de vida».Realidad que hace que la entidad que preside atienda en este momento a cerca de 900 personas en el centro con que cuentan en la capital, entre los que están algunos procedentes de diferentes puntos de la provincia a través de su programa ‘Parkinson Rural Burgos’. «Circunstancia de la que me agrada especialmente que con nuestra labor, puedan venir los afectados y sus familias a nuestro centro -y recibir formación e información así como ayuda terapéutica-, para luego volver a sus localidades donde siguen empadronados», remarca.«Y es que creemos esencial poder intentar mejorar su vida ayudando a que puedan permanecer en su entorno habitual», recalcó Delgado, recordando que cuentan con 2 furgonetas y un autobús «que hacen 4 trayectos diarios al ser muchos de los usuarios personas muy dependientes», detalló. Se mostró así agradecida a la Diputación por colaborar en que puedan extender sus programas al mundo rural, «siendo 5 pueblos los que visitamos en 2018 -primer año con convenio- y otros 10 a los que hemos ido éste».Delgado añadió que si bien «es imposible» conocer las cifras de afectados que puede haber en el conjunto provincial, «al menos llegamos a los que ya sabemos que nos necesitan, aportando tanto a enfermos como a sus familias y cuidadores herramientas para ayudarles a tener mejor calidad de vida y promoción a la autonomía personal, mediante rehabilitación integral pero también acercándoles al centro de la capital y volviendo a llevarles a su casa», comentó.Junto a Delgado, Rico agradeció asimismo la ayuda directa y profesional que la entidad da a los afectados y sus familias. «Y estamos agradecidos de poder ayudarles a llegar a esos muchos puntos donde nosotros no podemos», confesó. «Y hacerlo con sus profesionales para, a su vez, aportarles una atención que les permite una mayor calidad de vida al seguir en su propio entorno», destacó Rico. Remarcó especialmente el trabajo de Parkinson Burgos en el mundo rural como «algo esencial para nosotras, las instituciones, a la hora de dar forma a actuaciones y políticas vivas».