EMPLEO
Aranda de Duero, un foco para las empresas
El ramal ferroviario pasará de las 210.000 toneladas en 2019 a 250.000
Tras un año complejo en el que a la incertidumbre del sector del metal se unió un incendio que obligó a echar el freno en un mes y medio clave de ventas como junio y mediados de julio, Aranda Coated Solutions inicia un nuevo año en el que espera crecer y también crear empleo.
Según los cálculos que maneja esta empresa especializada en las bobinas prepintadas (que dirigen principalmente al sector de la construcción y en un menor porcentaje, a industria); el objetivo es pasar de las 100.000 toneladas transportadas por ferrocarril en 2019 a 140.000, lo que supone un incremento del 40%.Aunque la situación, aseguran, sigue siendo compleja, las previsiones incluyen dentro del grupo de Network Steel, a Todoaceros, la otra fábrica con la que cuenta en el polígono arandino de Prado Marina.
En este caso, las expectativas se deben principalmente a los nuevos pedidos que están llegando desde la adquisición en 2019 de una máquina de decapado ecológico, que permite eliminar las impurezas del acero con un producto más finalizado que reduce además el impacto ambiental.
Con esta tecnología punta valorada en 4 millones de euros, la fábrica da un paso más, ampliando su cartera de productos y potenciando su presencia en el sector del automóvil.
Hay que recordar que desde que el grupo se implantó en Aranda de Duero en 2012, Todoaceros se centra en los tratamientos de decapado, aplanado y corte de acero, en función de las medidas que requiera cada cliente.El grupo Network Steel deja así un 2019 muy complicado en el que tuvo que afrontar la suspensión de producción en Coated tras el incendio que el 14 de mayo causó daños en los equipos de extracción de gases y tuberías.La situación, admiten, no es fácil, con un Brexit todavía por concretar en muchos aspectos y con una incertidumbre internacional y una presión asiática que no se ha reducido. El lado positivo puede llegar con la recuperación de la obra pública, tras cinco años parada.Aunque lo normal es que el polígono Prado Marina reciba por su ramal un tren diario para traer las materias primas desde el puerto de Bilbao; con el fin de alcanzar las previsiones de 2020, habrá determinadas fechas -como ocurre esta semana- en las que llegarán dos trenes al día.
Y es que, entre estas dos empresas y Tubos Aranda, esperan alcanzar este año las 250.000 toneladas, 40.000 más que en 2019 y todo un hito en la historia de este ramal que comenzó a funcionar hace cuatro años con 174.045 toneladas.Tras consolidarse por segundo año consecutivo en las 110.000 toneladas, Tubos Aranda se conforma este año con mantener la tendencia frente a los retos de un mercado difícil.
Con la idea de «mantenerse y nunca bajar», la compañía apuesta -como ya ha hecho en el pasado- por la diversificación como alternativa a una obra pública que ha estado parada demasiado tiempo. Bajo esta perspectiva, tirarán de nuevo de imaginación para abrir nuevos mercados.
Confían así en conquistar alguna plaza más a las ya consolidadas como Francia, Portugal, Holanda, Bélgica, y en un grado menor, Alemania e Inglaterra. En su caso, la distancia es un hándicap por la complejidad de transportar los tubos por camión.
Todavía más difícil es dar el salto al continente americano, dados los elevados costes de desplazamiento por barco y la dificultad de concentrar en un mismo pedido un envío que merezca la pena. Tubos Aranda experimentó su particular salto en el año 2017 cuando aumentó en 20.000 toneladas la materia prima transportada en ferrocarril.Del ramal que une la línea férrea con el polígono Prado Marina, ninguna queja. Todo lo contrario. «Está muy bien gestionado por Aranda Intermodal y no tenemos problemas», destacan desde Tubos Aranda, con la esperanza de que algún día se pueda reabrir la conexión con la capital de España.
«Madrid siempre interesa», aseguran con la vista puesta en otros puertos de entrada de mercancía que complementen al puerto de Bilbao y en una mayor facilidad de horarios para la circulación de trenes que pudiera proporcionar ADIF.Hay que recordar que estas tres empresas invirtieron en Aranda de Duero ante el compromiso de un ramal ferroviario. De no haber estado, coinciden, nunca se habrían instalado porque sin tren no podrían ser competitivos. Y es que, el ahorro por esta vía ronda el 20%.