CIUDAD EUROPEA DEL VINO
Los eventos de Aranda perjudicados por el coronavirus
Considera que el coronavirus va a impedir sacar provecho a la distinción en 2020
Preocupados por el parón que está suponiendo el coronavirus para eventos y ferias de España y Europa, la asociación de empresarios de Aranda y la Ribera (Asemar), ha pedido al Ayuntamiento que solicite ante la entidad promotora, la Red Europea de Ciudades del Vino (RECEVIN), una moratoria para que la capital ribereña pueda mantener su distinción como Ciudad Europea del Vino en 2021.
«Creemos que dada la alerta generada por la epidemia, serán receptivos», apremia el portavoz de la asociación empresarial, Roberto Rojo.
Y es que, aunque en Aranda de Duero no se ha confirmado, por ahora, ningún caso de coronavirus -los tres que se analizaron ayer dieron negativo-, si tenemos en cuenta que Madrid es la principal comunidad que elige este destino, el turismo va a estar lejos de la normalidad hasta que se resuelva la crisis.
«Con el panorama actual no vamos a poder sacar partido», argumenta al recordar que los meses de mayor flujo turístico son para Aranda desde Semana Santa hasta agosto.
A la espera de que la Red Europea de Ciudades del Vino acepte esta propuesta, Asemar insiste: Aranda de Duero no puede perder más tiempo. «La Ciudad Europea del Vino necesita con urgencia de un presupuesto para poder desarrollar el programa», señala preocupado porque la falta de presupuesto impide cerrar la programación.
«Estamos en marzo, vamos muy tarde», lamenta mientras hace un llamamiento a todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento de Aranda de Duero para que desbloqueen de una vez unos presupuestos que este año, más que nunca, son vitales.
Sobre la mesa, explica, hay propuestas muy interesantes tanto de la asociación empresarial Asemar, como de Art de Troya, la Ruta del Vino Ribera del Duero o la asociación de bodegueros, Asebor. «Sería una pena que no se hiciesen».
La decisión adoptada desde la concejalía de Promoción y Desarrollo de aplazar la feria de Fiduero de septiembre de 2020 a la primavera de 2021, no convence en Asemar.
«Si quieren cambios que los hagan a partir del año que viene pero que mantengan la convocatoria de este porque hay muchas medianas y pequeñas empresas que les viene muy bien esta feria», señala Roberto Rojo, consciente de que parte de esta medida ha podido deberse a una necesidad de derivar los 80.000 euros del presupuesto prorrogado a la Ciudad Europea del Vino.
«Tenemos que aprovechar al máximo la distinción pero no romper eventos que ya existen», defiende.
IDENTIDAD
En su opinión, aunque costó años que Fiduero lograse una identidad, ya está consolidado. Por ello, no considera útil sustituir esta feria por una enogastronómica, como planteó la concejala de Promoción y Desarrollo, Olga Maderuelo, en una comisión informativa, el pasado 8 de marzo. «Ribera no solo es vino y gastronomía.
Tenemos una comarca de prevalencia industrial», rechaza el portavoz del colectivo empresarial, con la mirada puesta en el importante sector del metal o en una ciudad que puede presumir de ser el tercer núcleo industrial de Castilla y León.
«Solo por poner un ejemplo, Michelin pensaba organizar en Fiduero de este año un evento especial por su cincuenta aniversario», señala consciente de que para pequeñas y medianas empresas, esta convocatoria tiene calado en su saldo anual. «Es importante que se haga», urge.
Y es que, pese a ser Ciudad Europea del Vino, Aranda de Duero no atraviesa un buen momento. La crisis del comercio viene de años atrás y los locales vacíos dan buena cuenta de ello. A nivel industrial el año ya comenzó, sin coronavirus pero con dificultad.
Tanto Michelin como el sector del metal rebajaron sus expectativas con el objetivo de luchar por mantener las cifras del año pasado pero la incertidumbre planea y si no se disipa pronto, las consecuencias serán más negativas.
«Necesitamos sacar el máximo provecho a ser Ciudad Europea del Vino y para ello es fundamental que la corporación que nos representa se implique dando salida a los presupuestos municipales», asevera a sabiendas de que la financiación del programa de la Ciudad Europea del Vino no tiene un problema económico, solo administrativo.
«Tenemos una oportunidad fabulosa para hacer las cosas bien pero sin presupuesto no será posible».
Para el portavoz de Asemar los 80.000 euros que el equipo de Gobierno sacará de la no celebración de Fiduero en septiembre, no es suficiente. «Para desarrollar el programa de eventos se necesitaría entre 150.000 euros y 200.000.
Puede parecer una cifra elevada pero el retorno de la inversión es seguro», defiende con la esperanza de que la Corporación apruebe los presupuestos y dote a la concejalía de Promoción y Desarrollo de los medios económicos necesarios para afrontar con éxito la designación de Ciudad Europea del Vino.
Estas declaraciones se producen dos días después de que la asociación empresarial enviase al Ayuntamiento un escrito en el que lamentaba haberse enterado del aplazamiento de Fiduero por los medios de comunicación.
«Queremos dejar constancia que desde Asemar, en todo momento se tiene ánimo de colaborar con el Ayuntamiento de Aranda de Duero y así, participamos en varias mesas sectoriales para el desarrollo de los diferentes proyectos como Fiduero (desde hace décadas) o Ciudad europea del vino, entre otras.
Entendemos que en estos foros es donde debemos todos exponer estas ideas, ocurrencias o proyectos…», zanjan sorprendidos por esta exposición pública prematura y no consensuada.