PCR obligatorias a los trabajadores de las residencias

Aunque de momento «todo está controlado», la Diputación prefiere no bajar la guardia tras los rebrotes de Covid-19 registrados recientemente en Burgos. Por este motivo, los más de 600 empleados de las residencias de mayores y personas dependientes gestionadas por la Institución Provincial se someterán a pruebas PCR «un día antes de empezar a trabajar». Es decir, según regresen de sus vacaciones.Con esta medida, anunciada esta misma mañana por el presidente de la Diputación, Lorenzo Rodríguez, se pretende evitar contagios entre uno de los colectivos más vulnerables a la pandemia. Asimismo, el uso de mascarilla será obligatorio en todas las instalaciones, inclusive en las cafeterías. En cuanto a las salidas, solo se permitirán en la residencia de San Agustín. Eso sí, en grupo y tras la realización de una prueba PCR para verificar que el usuario no se encuentra infectado. A su vuelta, éste deberá demostrar que no se ha contagiado tras someterse a otra prueba por su cuenta. Por otro lado, las visitas se reducirán, como hasta ahora, a un máximo de 30 minutos.Tras reunirse con los responsables de las cinco residencias gestionadas por la Diputación, Rodríguez ha destacado el «gran trabajo» de todo el personal que trabaja en ellas pese al «desgaste» sufrido durante los peores meses del coronavirus. De igual manera, ha subrayado que no se escatimará en gastos para «ser capaces de tener a nuestros trabajadores con el material necesario». Por ahora, la Corporación Provincial dispone de mascarillas y guantes hasta diciembre. No obstante, a partir del próximo mes se realizará una convocatoria para adquirir elementos de protección de cara al año que viene.