Municipal
Vecinos de los barrios de Aranda se quejan de falta de mantenimiento
Allendeduero, La Estación y Sinovas piden medidas urgentes
Tras la rehabilitación del centro por las Edades del Hombre de 2014 y recientemente del barrio del Ferial y de la Avenida de Burgos, otros barrios aguardan su oportunidad convencidos de que hay determinadas zonas que no pueden esperar más. Es el caso del barrio Allendeduero donde ponen el foco en tres áreas especialmente deterioradas como el barrio de Santo Domingo, levantado literalmente por las raíces de los árboles, la finalización de la Avenida Castilla «que está hecha una pena» y la glorieta Rosales. «Pedimos que se haga un estudio serio. Nosotros hemos presentado una propuesta que les puede servir a los técnicos, que incluía la glorieta y la plaza de la Hispanidad», explica desde la asociación vecinal, José María Rojas.
«Pedimos que se haga un estudio serio. Nosotros hemos presentado una propuesta que les puede servir a los técnicos, que incluía la glorieta y la plaza de la Hispanidad», explica desde la asociación vecinal, José María Rojas
El planteamiento consiste en agrandar aceras -suprimiendo plazas de aparcamiento- con el fin de crear nuevos espacios para el disfrute de los vecinos tanto en la calle de la piscina cubierta como en la que da al colegio.
Conscientes de que en estos momentos hay prioridades más urgentes en la ciudad, el barrio se conformaría con el arreglo de lo que queda de Avenida Castilla, desde el puente hasta el número 51. «Está en un estado lamentable. Habría que arreglar aceras, asfalto y subir a la acera el carril bici para que sea menos peligroso», enumera.
En el barrio de La Estación no esconden su preocupación ante la falta de mantenimiento. «Habría que levantarlo todo», urge el presidente, Manuel Muñoz, mientras invita a recorrer la plaza Velázquez, «que está igual que hace cuarenta años», Benjamín Palencia, Picasso, Salvador Dalí, Plaza Zurbarán o la Avenida Berruguete, donde las raíces de los árboles han levantado todo el pavimento. «No nos escuchan», lamenta.
En el polígono residencial, la reivindicación no es nueva. La falta de mantenimiento se observa en calles y en un parque General Gutiérrez que «sigue dejado».
Para Sinovas es preciso solucionar dos problemas: las tuberías de agua limpia que son de fibrocemento (pese a ser un material prohibido) y la comunicación. «No tenemos fibra óptica y las telecomunicaciones son pésimas: no tenemos cobertura, ni ADSL ni fibra», reclaman.
Plan
En Santa Catalina afrontan, por su parte, un plan regional de revitalización de viviendas en materia de eficiencia energética, que no está terminando de convencer a los vecinos. «Aunque solo tienen que pagar el 15%, las personas que ocupan este tipo de casas, las más antiguas, suelen ser gente mayor y no quieren jaleos», explica el presidente de la Asociación de Vecinos, Antonio Adeliño, con la esperanza de que cuando en septiembre se instale la mesa informativa en el Centro Cívico, se animen más. Hay que recordar que este plan de regeneración urbana llega desde la Junta de Castilla y León (con el apoyo del Ministerio de Fomento) y está abierto a 789 viviendas, construidas entre los años 1950 y 1980.
En el resto del barrio, asegura el presidente vecinal, las cosas están «razonablemente bien, aunque siempre hay controversias». «En deportes llevamos solicitando años una pista de Tuta para promocionar los deportes tradicionales pero todavía no hemos tenido suerte y la verdad es que cuesta muy poco dinero», insiste.
Tras décadas en el olvido, el barrio del Ferial vive una segunda juventud con unas obras que se extendieron por Moratín, Padilla, Bravo y Maldonado. «Ha mejorado mucho», aseguran desde la asociación vecinal conscientes del cambio que ha supuesto el ensanchamiento de aceras. Ahora, la preocupación se centra en el Covid-19 y en la necesaria desinfección de los parques. «También habría que cortar los matojos del final del parque María Pacheco, que pueden arder en cualquier momento, y alumbrar el parking complementario de la plaza de toros, donde no hay ni una luz», señalan.
En el centro, el Covid ha dado un respiro al problema del botellón pero la proliferación de mesas en terrazas (que el Ayuntamiento ha permitido con el fin de ayudar a los hosteleros a recuperarse del trance económico que ha supuesto el coronavirus), preocupa. «A ver luego quien lo frena», advierte el portavoz de la plataforma ‘Por un centro digno’, Juanjo Morañón, preocupado también por el mal uso de las mascarillas en las terrazas. Aunque la empresa que se encargó de rehabilitar la calle Barrionuevo, las baldosas, advierten, «siguen sueltas». En cuanto a la limpieza, la mayoría considera que siempre se puede mejorar pero en general no hay una crítica concreta al respecto.