PROVINCIA
UCCL pide ayuda institucional contra el Covid-19 en la vendimia
Proponen al subdelegado de Gobierno habilitar espacios temporales para aislar posibles casos «y evitar así confinar a cuadrillas enteras porque se perdería todo»
Responsables de la agrupación agraria UCCL en Burgos pidieron ayer al subdelegado de Gobierno en Burgos Pedro de la Fuente, durante el encuentro mantenido ayer en su despacho, que se tomen medidas efectivas con las que complementar aquéllas que se pide a los contratistas y viticultores que cumplan, como parte del protocolo contra el Covid-19 planteado de cara a la próxima vendimia a punto de iniciarse en Ribera y Arlanza. Porque si bien entienden que deben marcarse unas pautas y un protocolo de actuación ante posibles contagios de coronavirus que puedan producirse entre los trabajadores contratados para la vendimia, «también pedimos que éstas se completen con actuaciones y medios desde las distintas instituciones», solicitaba la presidenta de UCCL en Burgos Susana Pardo. Por ello, insistieron a De la Fuente en la urgencia de lograr acordarlas entre todos los gentes implicados urgiendo la pronta reunión de la mesa del sector con todos los agentes implicados (agrupaciones agrarias, administraciones y productores), siendo el 7 de septiembre la fecha prevista. «Donde tendrá que haber algo ya concreto pues el inicio de la labor es inminente», advierte Pardo.Argumenta que los contratadores son responsables de que los trabajadores cuenten con un alojamiento y salario adecuados, así como de que guarden las distancias de seguridad al trabajar o vigilar el uso de mascarillas y gel durante el tiempo de trabajo. «Pero evidentemente, una vez que abandonan la explotación nosotros no podemos controlar las reuniones y encuentros en las que participan durante su tiempo libre o de descanso», comentaba Pardo. «Pero si se da algún positivo se pone a todos en cuarentena incluido el empleador, algo que sin embargo no se hace en una fábrica donde se aparta al posible afectado a la vez que al resto se le hace el PCR mientras continúa la labor». Por ello, piden contar por ejemplo con información concreta sobre a quién remitirse en la zona para que se hagan de forma urgente pruebas PCR al resto de personas que configuran esa cuadrilla. O acordar con algún ayuntamiento un espacio, e incluso con la UME el montaje de un minihospital provisional, donde albergar a los afectados que puedan darse en los apenas 20 días que dura la recogida. «En lugar de quedarnos automáticamente sin trabajadores al aislar a todos, y con ello perder la cosecha y la producción de vino posterior pues la uva hay que cogerla en ese tiempo sí o sí, no es como los tornillos de esa fábrica, que pueden ordenarse en cajas otro día», argumenta Pardo como ejemplo. «Deben trazarse medidas que supongan alternativas, «ya que a pesar de estar intentando controlarlo, el coronavirus sigue ahí».