Incautan 76 kilos de níscalos a dos furtivos valencianos en un paraje de La Bureba
Un dispositivo conjunto de Agentes Medioambientales y del Seprona permite interceptar el vehículo de los dos furtivos cuando salían de un pinar con 20 cajas de setas. La Guardia Civil les ha quitado los níscalos y les ha denunciado por recolectar más cantidad de la autorizada
Desde la Comunidad Valenciana a La Bureba para esquilmar el monte y llevarse cuantos níscalos pudieron encontrar. Con la temporada de setas aún en marcha los Agentes Medioambientales y la Guardia Civil siguen interceptando furtivos que bien arramplan con los hongos y setas de los cotos sin autorización o que se aprovechan de las zonas libres en las que no es necesario permiso previo y llevan el maletero de su vehículos en vez de limitarse a los 3 kilos por persona y día que marca la normativa.
Este es el caso de los dos furtivos que fueron identificados y sancionados después de ser localizados gracias a un dispositivo conjunto de Agentes Medioambientales y del Seprona en un paraje de La Bureba. Al darles el alto en la carretera CL-633, antigua BU-502, que une Cornudilla con Poza en la comarca burebana, los agentes comprobaron que cargaban 20 cajas en el vehículo con un total de 76 kilogramos de níscalos (Lactarius deliciosus) recolectados de manera irregular al superar el peso máximo autorizado por persona.
Días atrás, agentes medioambientales y guardias civiles, ya había recelado del vehículo, que detectaron aparcado en un paraje setero de un monte público no acotado. Los agentes recogieron información de que los ocupantes de este transporte pudieran estar recogiendo setas de manera masiva, superando los 3 kilogramos por persona y día autorizados y ayer jueves volvieron a toparse con vehículo sospechoso con indicios de que pudiera estar cargado de setas, por lo que decidieron intervenir conjuntamente y parar el vehículo.
El turismo fue interceptado en la carretera CL-633 cuando abandonaban el monte y estaba ocupado por dos personas, padre e hijo, residentes en la Comunidad Valenciana. Un somero registro permitió localizar 20 cajas repletas de níscalos (Lactarius deliciosus) repartidas entre el maletero y el habitáculo interior, sobre los asientos.
Cuando los agentes preguntaron a los furtivos por el origen de los níscalos no pudieron demostrar que los habían obtenido de forma legal, por lo que fueron denunciados y se les incautó la totalidad de las setas.