El Correo de Burgos

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Ceder Merindades asegura que la obra del Camino natural continúa

Explica que se han hallado complicaciones para realizar el desvío proyectado hacia el Oca, por lo que el freno en los trabajos deriva de haberse decidido retomar la traza original del tren

El proyecto recupera como camino natural el antiguo trazado del ferrocarril. G. G.

El proyecto recupera como camino natural el antiguo trazado del ferrocarril. G. G.

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El grupo de desarrollo rural Ceder Merindades continúa con los trabajos de a ejecución del Camino Natural Santander-Mediterráneo por las Merindades, un proyecto de 61 kilómetros  y  casi  6  millones  de  euros que si bien ha sufrido algunos frenos «sigue en marcha además de queda aun 18 meses de plazo para realizar la obra». Así lo ha asegurado la entidad en un comunicado, en el que su presidenta Nuria Ortiz, ha explicado que «lamentan profundamente la inquietud que las informaciones aparecidas hayan podido causar y el temor a que el Camino Natural no se ejecutase», afirma.«Un hecho, que nunca ha estado en cuestión ya que las obras no se han detenido en ningún momento, ni se ha planteado la no ejecución de ningún tramo del trazado, como nos ha puesto de manifiesto el Ministerio en los contactos mantenidos con él», afirma. Por ello, «seguiremos trabajando que es lo que nos toca, trabajar e impulsar proyectos para solventar cualquier dificultad en la ejecución, hasta que en el 2022 podamos dar por finalizada la obra e inaugurado su uso para todas las personas de las Merindades y visitantes», asegura.Y es que como explican en este momento se están subsanando complicaciones nacidas en el desarrollo del proyecto de Camino Natural a su paso por las Merindades, especialmente complejo en sus 61 kilómetros, tras iniciarse las obras a principios de 2019, tras decidir retomar la traza original del ferrocarril con el fin de evitar retrasos. Recuerdan que en dicho proyecto de Camino Natural a su paso por el municipio de Oña, «en concreto en una parte de su paso por la finca particular de la Santé y en respuesta a la única petición de desvío que se recibió en la fase de redacción del proyecto», se procedió a desviar el trazado original hacia el río Oca, con los permisos favorables tanto de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) como de la Dirección General de Carreteras dependiente del entonces Ministerio de Fomento, y el acuerdo de las partes implicadas», explican. Sin embargo al abordar dicho desvío recogido en el proyecto de ejecución, la empresa encargada de la misma Tragsa, y el propio Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, -encargado de ejecutar las obras-, «hallaron posibles dificultades para obtener la actualización de los permisos por parte de la CHE, habida cuenta de las mayores restricciones establecidas en estos años al respecto de este tipo de intervenciones sobre los cauces de los ríos», argumentan. Recuerda que en 2003 la entidad comenzó a trabajar para poder dar forma a un camino natural (denominado vía verde entonces), aprovechando el trazado desafectado del ferrocarril Santander-Mediterráneo a su paso por el norte de Burgos. Para ello, «se redactó un proyecto de la mano del área de Vías Verdes de la Fundación de Ferrocarriles Españoles y se concretó con ADIF el arrendamiento de la traza y comenzando la búsqueda de financiación en el Ministerio de Medio Ambiente, ya en 2008».    El proyecto se planteó junto al tramo de la Bureba, comenzando antes las obras de éste último, a su vez de menor recorrido (43 kilómetros» y con menos complicaciones que el segundo tramo el cual transcurre por las Merindades», detallan.

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