Orbaneja espera que la cascada esté a punto en Semana Santa

El Ayuntamiento de Orbaneja del Castillo está sólo a la espera de mantener una reunión con el delegado territorial de la Junta, con el fin de conocer los resultados de los informes realizados en la conocida cascada tiempo atrás, al haberse producido en el lugar algunos desprendimientos. «Más que nada porque estamos a las puertas del invierno y de las fuertes nevadas que a veces trae consigo, haciendo con ello que aumente considerablemente el agua que cae por ella», advierte el alcalde de Orbaneja del Castillo, Javier Perojo. «Por ello, cuanto antes sepamos qué hacer, antes podremos también hacerlo reduciendo con ello riesgos», añade. Y es que si bien la irrupción de la pandemia ha reducido mucho este año las miles de visitas que anualmente recibe la villa, en la que muchos establecimientos decidieron cerrar, «este puente también estamos teniendo visitantes aunque está siendo muy tranquilo».Reconoce que desde la delegación en Burgos «ya nos dijeron que estaban interesados en mantener pronto esa reunión, con el fin de darnos a conocer el contenido de los informes que realizaron in situ los técnicos», comenta. Estudios que, a su vez, servirán de pista para el proyecto de la posterior labor de consolidación del lugar, la cual les avanzaron que es posible y no especialmente complicada. «Y lo que es mejor, que no hay peligro para las viviendas colindantes a la cascada, que era nuestra preocupación, ya que por lo visto la presencia de estas casas ayuda incluso a asentar el terreno».Pero como insiste, el verdadero alcance del problema y de su posterior solución esperan conocerlo en breve, «ya que si bien en verdad nos comentaron que la mejora posterior no es demasiado complicada, el hecho de comenzar cuanto antes nos hace pensar en que pueda estar acabada en Semana Santa», espera el edil. «Aunque los trabajos sean compatibles con las visitas que puedan llegar al pueblo», aseguraba.Recuerdan que son varias las ocasiones en que ha habido percances serios, lo que hizo que técnicos del Instituto Geominero realizaran estudios a comienzos de año, a los que se sumaron tras el verano los realizados por un equipo de la Universidad de Burgos (UBU), ya que al continuo correr del agua en la zona se suma otro riesgo destacado como es su suelo calizo. Factores que hacen necesario un estudio pormenorizado del estado de la zona contigua a la cascada, «y que nosotros no podemos costear, evidentemente, ya que tenemos un presupuesto anual de apenas 120.000 euros que ya se van en dar servicios al pueblo, por lo que insistiremos a la Junta para que lo haga ella, aunque nosotros como ayuntamiento tengamos que aportar una parte», se ofrece el edil. Petición en cierta forma lógica, al confluir en el Gobierno regional las competencias de turismo, medio ambiente y fomento, directamente vinculadas a este problema en uno de los pueblos más turísticos de toda la comunidad, al ser normal que a sus apenas 50 vecinos habituales se sumaran hasta ahora, cientos diariamente en fechas remarcadas como Semana Santa, meses estivales o puentes.Presupuesto que, como añade, tienen ya casi acabado tras haber invertido este año en uno de los proyectos más importantes como era la mejora de sus calles y el soterrado de algunos de los servicios. Concluida en agosto, tras un coste de unos 600.000 euros de los que la Junta aportaba 224.000 euros, la obra se suma a la realización hace unos años de varias zonas de aparcamiento que han restado peligro a la masiva- confluencia de cientos de coches en la carretera.Mejoras a las que se suma la escasa incidencia en la localidad del virus con algunos casos puntuales, y que hacen de la villa una de los grandes atractivos burgaleses.