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Las piscinas de Aranda estarán cerradas un mínimo de 6 meses desde verano

El Ayuntamiento de Aranda las rehabilitará antes de la siguiente adjudicación

Las piscinas cubiertas de Aranda, cuyo contrato vence tras el verano. ECB

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LORETO VELÁZQUEZ / ARANDA
Burgos

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En cuanto finalice el contrato actual con la empresa adjudicataria, la piscina municipal cubierta cerrará sus puertas. Lo hará durante un plazo mínimo de seis meses y eso siendo optimistas. Según explica el concejal del área, Carlos Fernández, la idea es sacar a licitación con 41.000 euros (que tienen que salir de los Presupuestos), la elaboración de un informe exhaustivo que enumere y localice todos los defectos a subsanar tanto de las piscinas como de la propia instalación.Este informe confirmará si es correcta la valoración previa que han hecho los técnicos municipales, que calculan que hará falta una inversión cercana a los 700.000 euros. «Una vez tengamos el informe definitivo con todo lo que hay que hacer, analizaremos si es mejor hacer las obras desde el Ayuntamiento y luego sacar el pliego de adjudicación o sacar directamente un pliego más largo para que sea la empresa la que asuma los trabajos», detalla a este periódico.Tras un 2020 sin apenas actividades en el Ayuntamiento, los remanentes de 2021 van a ser cuantiosos. «Si se confirman los 8 millones de euros se podría hacer con mayor rapidez», confía con la esperanza de que el cierre no supere los seis meses. Consciente del quebranto que supone para los usuarios, el concejal no descarta iniciar una negociación con Prado Sport, para que en el caso de que se alargara el cierre, se pudiera acordar un convenio para que la gente pueda utilizar las piscinas de Gerardo de la Calle. «Yo desde luego, si vemos que no hay opción, intentaremos esta vía para que los arandinos no se queden sin piscina», afirma.Lo cierto es que la relación entre la empresa y el Ayuntamiento no atraviesa su mejor momento, si tenemos en cuenta que tras años reivindicando un reequilibrio económico de 384.392 euros por los «desajustes del pliego», la Justicia zanjó el debate dando la razón al Consistorio. La sentencia, contra la que cabe recurso, desestima de forma íntegra las pretensiones de la gestora, a la que condena a pagar unas costas que no podrán superar los 2.500 euros. En su argumentación, Prado Sport defendía que el pliego contiene errores vitales que no les permiten rentabilizar el servicio. La empresa centraba además su demanda en el Pleno de 2014 cuando el Ayuntamiento aprobó incluir bonos de 15 y 20 baños así como en los gastos de personal que se estipulaban en el pliego y que, en su opinión, eran incorrectos ya que, requerían de un presupuesto adicional de 20.000 euros. Tampoco cuadraban, según Prado Sport, las cifras de bañistas, que reducía de 1.500 usuarios a 500.  Aunque la empresa entiende que el Ayuntamiento modificó el contrato al incluir «a posteriori» los bonos, el tribunal resuelve que esa posibilidad figuraba en la cláusula quinta del pliego, por lo que no procede la reclamación.Hay que recordar que Prado Sport se hizo con la gestión en verano de 2013 con un contrato que se firmó con una vigencia de ocho años más dos de prórroga. Pese a que el Ayuntamiento planteaba en el pliego un canon anual  máximo de 34.243 euros, con la premisa de que la empresa asumiese obras de mejora por valor de 350.000 euros; Prado Sport rebajó la aportación anual a 14.160 euros y se comprometió a realizar mejoras por 276.000 euros.Con ese presupuesto solucionó algunos problemas como la climatización, las fugas de agua del vaso de la piscina grande, las goteras del cuarto de taquillas y vestuarios y la impermeabilización de los tejados. Sin embargo, quedaron otras muchas deficiencias por subsanar en un edificio obsoleto.Desde la oposición, el PSOE insta al equipo de gobierno a evitar el cierre para que se pueda continuar con un servicio que consideran prioritario. «Es la instalación deportiva con mayor amplitud horaria de Aranda de Duero», defiende el concejal, Ángel Rocha, a sabiendas de que al estar cubierta, permite la práctica de la natación durante todo el año.«Cumple también una importante función terapéutica en la recuperación de lesiones y ayuda a mejorar otras patologías crónicas, como, por ejemplo, los dolores de espalda», señala sin olvidar que también es el espacio donde los pequeños aprenden a nadar con lo que se evitan «peligros de accidentes en medios acuáticos».