Emergencias sanitarias se muda en Aranda a una caseta de obra
Tras 17 años bajo una escalera se niegan al traslado y exigen un local digno
Los técnicos de emergencias sanitarias no aguantan más. Tras dieciséis años trabajando en un bajo de escalera del ambulatorio Sur de Aranda de Duero de 8 metros cuadrados y con un techo que en alguna zona no llega al metro, se niegan a trasladarse a la nueva ubicación que ha dado como solución el Sacyl: una caseta de obra de doce metros cuadrados, al lado del aparcamiento y sin baño.
«Si metes camas, armario y demás, se queda en centímetros», denuncia el delegado sindical de CGT, Roberto Calvo Rojo, al recordar que en el departamento trabajan ocho personas. «No podemos seguir así».
Aunque el servicio de emergencias sanitarias es público, la gestión está adjudicada a una empresa privada, Ambuiberica, que es la encargada de los trabajadores, las ambulancias y el material no fungible, pero la instalación depende del SACYL y la solución aportada a modo de caseta de obra no convence a nadie.
Según explica Roberto Calvo, tras dieciséis años ansiando un cambio que no llegaba, una enfermera decidió dar el paso denunciando el asunto ante Inspección de Trabajo. «La Junta dijo que era inhumano y que nos tenían que reubicar pero ninguno imaginábamos que la solución iba a ser esta», rechaza decidido a no aceptar esta alternativa que no resuelve nada.
«Somos personal esencial. No merecemos este trato», insiste, indignado porque pese a jugar un papel «muy importante» en la cadena asistencial, su labor está «poco reconocida».
Todo comenzó en 2005, cuando con la adjudicación del servicio, el Sacyl decidió ubicar estas unidades en centros de salud. Aunque la medida era provisional comenzó «una verdadera odisea» en un espacio de apenas ocho metros cuadrados.
Desde entonces, al no tener baño propio tienen que usar los WC públicos y a la hora de cambiarse (hasta que el Ayuntamiento de Aranda facilitó una caseta de madera, donde se guardan los Epis), se tenían que apañar junto a la ambulancia o en la calle. «Las circunstancias son lamentables», denuncia.
Si la caseta no gusta por la falta de espacio, la inexistencia de baño o habitaciones, tampoco lo hace la ubicación, a más de 50 metros de la entrada del ambulatorio.
Según detalla, esto se debe a que cuando el camionero se dispuso a colocar el contenedor, «una enfermera del centro» salió para decirle que lo dejase en otro lado porque quitaba aparcamiento.
La falta de empatía, añade, va a más, ya que cuando los profesionales Técnicos en Emergencias Sanitarias se negaron a realizar las guardias «dentro de ese cajón carente de cualquier servicio», la enfermera «nuevamente» puso en conocimiento del responsable, que quería que los técnicos abandonasen el centro de salud y ocupasen el contenedor.
Desde el sindicato recuerdan que en los centros de salud «siempre hay espacio» y cuando el médico y la enfermera hacen guardia, «tienen su salita de estar, cocina equipada, una habitación para cada uno y para más reseña, les pagan y les traen la comida y cuando tienen trabajo o no quieren salir a ver a los pacientes, les dicen que llamen al 112».
«Esa gente a la que se trata tan bien, nos humilla y discrimina, siendo cómplices de esta situación todos los arriba indicados que son conocedores de la situación tan lamentable que estamos viviendo», lamenta el portavoz del sindicato, quien culpa también a la Gerencia de emergencias, Sacyl, e incluso de profesionales sanitarios del Sacyl, «médicos y enfermeras».
El servicio de emergencias sanitarias trabaja para el 112. «Cubrimos Aranda y parte de Segovia, Soria y Lerma», explican desde la sección sindical CGT, decididos a exigir respeto y un trato igualitario. «No dudaremos en llevar a los tribunales estás lamentables circunstancias», advierte.