CONVENIO DE LAS GOTERAS
La Iglesia solicita financiación privada para restaurar templos
Archidiócesis y Diputación renuevan el Convenio de las Goteras, que desde 1993 ha permitido intervenir en 1.342 templos con una inversión de 21,2M€
Pese a la «gran labor coral» que desarrollan la Archidiócesis y la Diputación con el apoyo de los ayuntamientos para restaurar iglesias y ermitas en el medio rural, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, considera que el Gobierno central debería acometer una «remodelación» de la Ley de Mecenazgo para que empresas e instituciones privadas «puedan colaborar con nosotros». De esta forma, cree que el cuidado de este patrimonio alcanzaría una «dimensión» mayor capaz de generar más «trabajo y muchas oportunidades». Iceta ha lanzado hoy este llamamiento a la colaboración público-privada tras la renovación del Convenio de las Goteras, que dispondrá de una dotación económica de 1,4 millones de euros para la reparación, mantenimiento y restauración de los templos de la provincia que en peor estado se encuentran. El grueso de la partida correrá a cargo de la Diputación, que aportará un millón para este año y el que viene. Tras la firma del convenio, el presidente de la Institución Provincial, César Rico, ha destacado que desde el primer acuerdo de este tipo suscrito con la Iglesia, en 1993, se han subsanado deficiencias en 1.342 templos. En total, hasta el año pasado se han destinado 21,2 millones de euros. Tan solo en la última convocatoria, ha recordado Iceta, se actuó en 173 lugares de culto. Más allá de preservar el patrimonio eclesiástico, el presidente de la Diputación ha querido poner en valor el «aspecto turístico del inmenso patrimonio que tiene esta provincia». Asimismo, ha hecho hincapié en que el Convenio de las Goteras también debe servir para «hacer partícipes a los propios vecinos» a la hora de realizar «actividades dentro de la iglesia». De igual manera, ha ensalzado la importancia de este acuerdo porque la mayoría de las obras corren a cargo de «autónomos y pequeñas y medianas empresas» afincadas en el territorio, por lo que «contribuimos a la creación y mantenimiento de empleo».En la misma línea, el arzobispo aseveraba que el patrimonio religioso «dinamiza toda la economía en general», desde las empresas que acometen las reparaciones o restauraciones hasta la hostelería que se beneficia de la llegada de turistas. No en vano, asegura que a la Archidiócesis le «gustaría realizar un esfuerzo para mantener los templos abiertos». El problema, según ha agregado, reside en la escasez de personal para hacerse cargo de dicha labor. Volviendo a la convocatoria, Rico ha precisado que se intentará intervenir en el mayor número de templos posible. Eso sí, primará la «urgencia» a la hora de destinar partidas siempre y cuando se cumplan los requisitos exigidos.