CIENCIA / PALEONTOLOGÍA
Prado Vargas, una carnicería neandertal de hace 46.000 años
La excavación de un nuevo sector del nivel 4 permite recuperar más de 2.000 restos que ahonda en la hipótesis de que los grupos de neandertales organizaban el espacio de la cueva según las actividades que en ella realizaron.
La campaña de excavaciones en la Cueva de Prado Vargas, en el norte de Burgos, que se ha llevado a cabo durante el mes de agosto, recupera 2.000 restos que evidencian el uso diferencial que los neandertales dieron a cada área, ahondando en la hipótesis que señala que organizaban el espacio según las actividades que realizaban en ellas. El equipo de excavación, codirigido por la profesora titular de Prehistoria de la Universidad de Burgos (UBU), Marta Navazo, el investigador del Centro Nacional en Evolución Humana, Alfonso Benito y el responsable de Didáctica y Dinamización del Museo de la Evolución Humana (MEH), Rodrigo Alonso, finalizó ayer los trabajos en este yacimiento, situado en la localidad de Cornejo (Merindad de Sotoscueva), que forma parte del BIC y del Monumento Natural de Ojo Guareña. Formado por doce estudiantes de la UBU y de la Universidad de Zaragoza, el trabajo de excavación se centró en la zona nueva de la cueva, denominada ‘sector hornacina’. En total se excavaron 22 metros cuadrados pertenecientes al nivel 4. Este nivel tiene una cronología de 46.000 años y durante este verano se han recuperado más de 2.000 restos, predominando los fósiles de animales sobre las herramientas de piedra y los fragmentos de carbones.Los animales más representativos en este sector fueron los ciervos y jabalíes, seguidos de caballos, rebecos, y corzos. Los huesos aparecen fragmentados destacando los pertenecientes a las extremidades y en menor medida costillas, dientes y otros restos del esqueleto craneal. Destaca el hallazgo de un par de astas y cuatro candiles de ciervo, así como la presencia de varias falanges completas. A diferencia de otros lugares de la cueva excavados previamente, los fragmentos del sector hornacina presentan un mayor tamaño. Por lo que se refiere a las herramientas líticas la mayor parte de ellas son de sílex, seguidas de metavulcanitas y arenisca. Entre ellas se han descubierto percutores, perforadores, varias puntas, lascas con un tamaño medio de 5 centímetros, así como toda una serie de núcleos levallois y otros tantos discoides. Los percutores son cantos rodadados de río que fueron introducidos a la cavidad por los neandertales. Estos cantos son herramientas polifuncionales que les sirvieron tanto para ser utilizados como martillos en la fabricación de herramientas, como para romper los huesos largos y de esta manera poder consumir la médula del interior, según explican los investigadores en un comunicado que recoge Ical. La concentración de más de veinte percutores en esta área concreta de la cueva, así como el tamaño de los huesos y el estudio preliminar de las marcas de corte de los mismos, permite plantear la hipótesis que el sector hornacina fue utilizado por los neandertales de Prado Vargas para desarticular y trocear los restos de animales. De esta forma los neandertales utilizaron esta zona de la cueva para preparar los alimentos que con posterioridad fueron consumidos en otros lugares de la cavidad. La localización de este espacio dedicado al procesado cárnico en este sector del yacimiento, evidencia el uso diferencial que los neandertales dieron a cada una de las áreas de la cueva. De esta manera tenemos como estos grupos humanos usaron unas zonas de la cavidad, entre otras cosas, para fabricar las herramientas, otra para trocear los animales cazados y varios espacios diferentes para consumir estos restos troceados previamente en el sector hornacina.
La excavación sistemática de la Cueva de Prado Vargas se retomó en el año 2016 y desde entonces ha continuado verano tras verano.Paralelamente al trabajo de campo el Equipo de Investigación ha organizado toda una serie de actividades que han permitido dar a conocer los avances y resultados del proyecto a los ciudadanos de las localidades circundantes. El pasado sábado 14 de agosto se llevó a cabo una jornada de puertas abiertas a la excavación a la que acudieron 71 personas. El día anterior Marta Navazo impartió una conferencia sobre Prado Vargas en la localidad de Espinosa de los Monteros. Esta acción formó parte del programa de actividades desarrollado por el Grupo Espeleológico Edelweiss con motivo de la conmemoración de su 70 aniversario. Durante este mes se han realizado dos talleres de arqueología en los cuales asistieron 24 niños. La actividad estrella de toda esta línea de actuación de divulgación científica es el programa de voluntariado de lavado de sedimentos arqueológicos provenientes de este yacimiento.Esta actividad organizada con la colaboración de la Casa del Parque del Monumento Natural de Ojo Guareña y la empresa Ráspano Ecoturismo han contado con la participación de 74 voluntarios que se han encargado de recuperar los restos de conejos, topillos y roedores que entraron en la cueva de Prado Vargas hace 46.000 años. Desde su puesta en marcha el proyecto de investigación en Cueva Prado Vargas cuenta con el apoyo económico y material de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, Diputación Provincial de Burgos, el Ayuntamiento de la Merindad de Sotoscueva, las localidades de Cornejo y Quisicedo, Ceder Merindades, la Casa del Parque del Monumento Natural de Ojo Guareña, Ráspano Ecoturismo y la Fundación Palarq.