Ribera del Duero rechaza la proliferación de granjas porcinas

Primero fueron las bodegas y hoy es el propio Consejo Regulador Ribera del Duero el que advierte de los riesgos que supone para la Denominación de Origen la proliferación de granjas porcinas.

«El Consejo Regulador y las bodegas de la Denominación no entienden ni pueden compartir, que se establezcan negocios porcinos en entornos que se caracterizan por su importancia medioambiental, patrimonial y cultural», rechaza a sabiendas de que en los próximos meses está prevista la instalación de nuevas granjas porcinas dentro de la zona de producción amparada por la Denominación de Origen, «en terrenos plantados de viñedo y junto a proyectos enoturísticos».

Según los últimos datos de la Junta de Castilla y León, en 2019 había en la Ribera 3.362 cerdos de cebo y 574 de cría. En cebo, Aranda de Duero lidera el ranking de 25 municipios, con 10.417 animales, seguido de Milagros, con 7.133; Oquillas, con 5.635; Hontoria de Valdearados (5.080); Gumiel de Mercado (4.834); Arandilla (3.518) y Peñaranda, con 3.082, entre otras.

Según los últimos datos de la Junta de Castilla y León, en 2019 había en la Ribera 3.362 cerdos de cebo y 574 de cría

En cría, la Ribera contabiliza un total de catorce pueblos. Caleruega acapara el mayor número de cerdos con 4.290, seguido de Quemada (2.430), Milagros (1.811); Santa Cruz de la Salceda (1.545) y Fuentespina (1.308).

Pero estos son datos de 2019. En dos años, aseguran las bodegas, el número ha crecido y lo seguirá haciendo ya que, se prevén construcciones en San Juan del Monte, La Aguilera y Fuentemolinos, donde el propio pueblo votó en contra de la apertura.

Respetando las iniciativas empresariales que contribuyen al desarrollo de la zona, el Consejo Regulador insiste en la importancia de proteger la DO de todas aquellas acciones que «pongan en riesgo la principal economía y forma de vida de la comarca», «los proyectos en torno al vino y el enoturismo».

«Ribera del Duero es una región vinícola de referencia nacional e internacional, siendo la Ruta del Vino la segunda más visitada de España, y teniendo entre sus atractivos el propio patrimonio natural. El entorno y el terruño son los elementos más valorados por el consumidor, una riqueza incuestionable que atrae además a prescriptores y prensa internacional y que diferencia a la región de otras zonas elaboradoras del mundo», defienden al recordar que las bodegas y viticultores «cuidan y protegen el viñedo, invierten en su recuperación, en la conservación de viñas centenarias, e implantan sistemas naturales y sostenibles en pro de su principal fuente de vida y desarrollo».

Según explica el órgano regulador, las granjas porcinas «ponen  en serio riesgo la subsistencia de los proyectos vinícolas, a los que de alguna manera invaden, y dificultan el desarrollo».

Con el fin de buscar soluciones, la Denominación de Origen ha llevado a cabo una campaña para intentar paliar las consecuencias de la posible instalación de esas granjas porcinas en territorios próximos a bodegas y viñedos, y lograr que se sienten unas bases urgentes que impidan que se vuelvan a producir situaciones como las que se están viviendo.

«Cuando hace un año las bodegas afectadas comunicaron a la dirección del Consejo esta problemática, el órgano regulador se ofreció inmediatamente para colaborar con ellas en todo lo posible, acudiendo a los organismos pertinentes y acompañándolas en cuantos encuentros requirieron la presencia de representantes de la DO», afirman.

Cuando hace un año las bodegas afectadas comunicaron a la dirección del Consejo esta problemática, el órgano regulador se ofreció inmediatamente para colaborar con ellas en todo lo posible»

Pese a las reuniones, los avances han sido escasos. Y es que, la normativa actual «se ha relajado durante la situación de la pandemia, sin tener en cuenta el perjuicio para quienes trabajan en el campo, como son viticultores y bodegueros, ni para el sector turístico».

De forma paralela a las instituciones, el Consejo también se ha reunido con representantes de Anprogapor (Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino) y de Feporcy (Federación de Asociaciones de Productores de Ganado Porcino de Castilla y León), para sensibilizarles sobre la problemática que se está generando, y «el peligro que puede tener para la imagen de nuestro territorio».

«Se solicitó la ayuda y colaboración de esas entidades para intentar que los proyectos de granjas porcinas se instalen fuera de la DO, sobre todo cuando el lugar donde se establecen no es determinante, ni para su éxito ni para su rentabilidad. También se les informó de que el sector vitivinícola iba a defender sus intereses», apostilla.

Con este objetivo, este verano, el Consejo Regulador solicitó a un técnico independiente especializado en ejecución de proyectos constructivos (entre otros, de granjas porcinas), un estudio detallado sobre normativa de aplicación; competencias administrativas, y comparativa con otras zonas vitivinícolas, «de cara a definir la estrategia a seguir».

En julio y a instancia de Ribera del Duero, la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas trasladó, en nombre de todos sus asociados, al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, (concretamente al Director General de la Industria Alimentaria y al Subdirector General de Control de la Calidad Alimentaria y Laboratorios Agroalimentarios), la preocupación extendida y compartida por diferentes denominaciones de origen de diversas zonas productivas «ante la proliferación de proyectos en materia de energías renovables y macro granjas de ganado porcino que afectan a viñedos, bodegas y paisajes emblemáticos e históricos que reportan mucho valor a sus zonas geográficas adscritas».

«El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera continuará defendiendo los intereses de sus viticultores y sus bodegueros ante las administraciones y las instancias que considere oportuno, con el objetivo de intentar evitar la degradación de la imagen de la región vitivinícola de Ribera del Duero», garantiza.

PSOE

A nivel político, el procurador socialista, Luis Briones, presentó ayer en la Junta de Castilla y León una pregunta con el fin de saber si la administración regional piensa adoptar alguna medida ante la implantación ‘indiscriminada’ de granjas de porcino en Castilla y León y en especial, en la Ribera del Duero burgalesa.