El Correo de Burgos

RIBERA / SANIDAD

Trasplantado de riñón y sin visos de operarse de la cadera

El arandino Javier M. F. lleva más de dos años esperando que le operen la cadera en el HUBU. Su caso se complica al estar trasplantado de riñón. “Ahora tengo la analítica bien pero no sé cómo estaré cuando toque”.

Javier confía en poder ser operado pronto. ECB.

Javier confía en poder ser operado pronto. ECB.

Publicado por
Loreto Velázquez
Aranda

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Se llama Javier M.F. y desde que el traumatólogo de Aranda de Duero le dijo que se tenía que operar de la cadera, “porque estaba muy mal”, han pasado dos años. “Cuando fui en verano de 2019, cuatro meses después de la primera consulta ya no podía ni andar”, explica a sabiendas de que su caso se complica al estar trasplantado de riñón, una operación que superó en 1993. “Dada mi situación, el médico me recomendó que me operasen en el Hospital Universitario de Burgos, donde hay UCI y podían estar mejor preparados ante cualquier complicación”, relata.La cita llegó sorpresivamente pronto. “El 4 de octubre me citaron y luego ya me llegó la cita para la pre-anestesia en noviembre de 2020 por lo que todo iba muy bien”, pensaba sin imaginar que la pandemia iba a hacer acto de presencia para cambiarlo todo. “Se supone que a finales de ese mes de noviembre o diciembre estaría ya operado pero pasaron los meses y no llegaba la llamada”.Colapso generado por la pandemiaCuando volvió a preguntar en febrero tuvo que advertir que la preanestesia ya había caducado por lo que había que volver a hacerla. La respuesta de la secretaria fue contundente. “Me dijo que no me la haga por lo menos en los próximos seis meses porque con el colapso generado por la pandemia no me van a poder operar y va a volver a caducar”, lamenta preocupado porque, según sus médicos, el riñón está ahora estabilizado y sería un buen momento para operar. “Ahora tengo la analítica bien pero no sé cómo estaré cuando toque”.Javier está de baja laboral desde hace cuatro años cuando empezó a fallarle el riñón. “Yo trabajé en el matadero y luego como seguridad pero hoy con 56 años me veo recluido en casa. Yo entiendo que hay mucha lista de espera pero se hace muy largo”, concluye convencido de que en las clínicas privadas la pandemia no ha hecho estragos en la lista de espera quirúrgica.

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