Castrillo de la Vega
El pueblo de Castrillo da la razón a la alcaldesa y tendrá sueldo
La regidora ha sometido la decisión a una consulta pública. De los 173 vecinos participantes, 90 han votado a favor y 76 en contra. Ha habido seis votos en blanco y uno ha sido declarado nulo. El sondeo ha servido además para recopilar sugerencias de los vecinos.
Dos semanas después del órdago lanzado por la alcaldesa de Castrillo de la Vega, el pueblo ha hablado. De los 173 vecinos que participaron este sábado (de los 474 convocados), 90 han votado a favor de que la alcaldesa empiece a tener un sueldo por las labores que desarrolla al frente del Ayuntamiento. Por el contrario, 76 han votado en contra. El recuento se completó con seis votos en blanco y uno que fue declarado nulo. “Estoy de acuerdo con el fondo pero no me han gustado las formas y por eso he votado que no”, asegura un vecino empadronado que prefiere no dar a conocer su nombre.
Pero lo cierto es que la mayoría ha votado a favor por lo que ahora habrá que esperar a ver cómo se regula la nueva asignación.
A la hora de argumentar su solicitud, Florence Muriel Amar asegura que el cargo requiere de muchas horas y de mucha responsabilidad; dos cuestiones que condicionan su vida familiar y limitan poder dedicarse a otra actividad profesional.
Aunque ella entró en el Ayuntamiento como concejala, la dimisión ‘sorpresa’ del ya ex alcalde, Juan José Gutiérrez, precipitó su ascenso. Tras treinta años en el cargo, la suplencia no ha sido fácil. “Uno no se imagina todo lo que lleva la gestión de un Ayuntamiento hasta que no tiene que lidiar con ello”, advertía Florence con la mirada puesta en presupuestos, recursos humanos, urbanismo, contabilidad, temas legales, mancomunidad, obras, cultura, fiestas, atención al público, relación con las asociaciones, con las administraciones y un “largo etc.”.
A las tareas diarias se ha sumado la jubilación del secretario-interventor y una modernización que está llevando a cabo con la funcionaria interina, que actúa como secretaria. Aunque la alcaldesa abría la puerta a la contratación de un auxiliar administrativo, puntualizaba que habría que destinar tiempo a formarlo.
Bajo esta perspectiva y en un insólito escrito, la alcaldesa de Castrillo de la Vega convocaba a sus vecinos a una votación que asumía como definitiva. “Vuestro apoyo será como un voto de confianza. De no tener vuestra aprobación y por tanto vuestra confianza, creo que no tendría más remedio que dimitir de mis funciones de alcalde para pasar el relevo”, apuntaba, convencida de que sea ella u otro “creo que este trabajo debería ser justamente retribuido porque hay que dedicarle mucho tiempo”.
En la convocatoria, el sondeo pedía además opinión sobre otros dos proyectos que han suscitado cierto debate en el municipio: la adquisición de la casa parroquial que el Arzobispado de Burgos vende por 15.000 euros y la transformación de la vieja losa de la pradera para un bar de verano. La primera ha salido adelante con 105 votos a favor y 65 en contra mientras que para la segunda había tres opciones: dejar la losa para construir un bar fijo; dejarla para la instalación del bar en fiestas o quitarla. El pueblo en este caso, ha optado por la segunda vía.
Debate abierto
La alcaldesa de Castrillo ha abierto un debate que siempre ha estado sobre la mesa, aunque nunca de forma tan explícita. Aunque la mayoría de alcaldes opinan como ella, a día de hoy son contados los acaldes que cobran un sueldo en la Ribera. Es el caso de Torresandino y también de Fuentespina, donde tras diez años sin cobrar, el Pleno lo aprobó y desde entonces la alcaldesa, María Josefa Mato, recibe una asignación de 800 euros. “Creo que todo trabajo debe ser remunerado, no por el dinero, porque desde luego es un sueldo que nos ganamos muy bien”, aseguraba la regidora.
Si la mayoría coincide en que sí deben cobrar, la duda está en de dónde debe salir el dinero. Los pueblos más pequeños lo tienen claro: si la Diputación o la Junta no ayudan y financian este gasto, ellos no darán nunca el paso porque los presupuestos que manejan son demasiado cortos para incorporar un nuevo sueldo. “En un Ayuntamiento pequeño como el mío implicaría quitar una orquesta en fiestas o no arreglar un bache. No lo haría. Lo tendría que pagar la Junta, Diputación o el gobierno central”, explicaba hace unos días en este periódico el alcalde de Moradillo de Roa, Javier Arroyo, preocupado porque “si esto no se aclara, en las próximas elecciones muchos pueblos se van a quedar sin candidatura porque lo haces porque quieres a tu pueblo pero te llevas muchas bofetadas”.
También hay alcaldes en contra de la asignación. El alcalde de Peñaranda, Fernando Rioja, renunció al sueldo, más dietas, que tenía el anterior regidor. Según explica, entendió que dada la situación en la que se encontraba el municipio “no debía hacerlo”. En su opinión, el debate no tiene cabida ya que “ya está regulado”.
Sugerencias para la mejora del pueblo
El sondeo que ha llevado a cabo Castrillo ha servido por otro lado, para recibir sugerencias de los vecinos que han participado. Entre ellas, piden quitar el escenario del arroyo para ganar espacio en la pradera y poner puntos de agua; arreglar el polideportivo; valorar la construcción de una piscina; cambiar la barandilla del puente del camino del cementerio; arreglar el parque de arriba; instalar una zona grande, vallada, que sirva de punto limpio, como el que tiene Fresnillo de las Dueñas; adecentar el campo de futbol o construir uno en condiciones; revisar el alumbrado de algunas calles; mejorar la limpieza; recuperar la fuente; arreglar calles e instalar más bancos.