Michelin Aranda lidera el empleo femenino de la multinacional

Michelin Aranda de Duero es una de las factorías líder en empleo femenino de la multinacional del neumático. Según el sindicato CCOO, a día de hoy tiene un 25% de trabajadoras frente al 18% de la media del resto de fábricas Michelin.

Tras un intenso año “de trabajo, discusión y negociación”, la dirección de Michelin España y la representación social, liderado por CCOO, como sindicato mayoritario; han aprobado el II Plan de Igualdad. Se trata de una herramienta “que permitirá continuar desarrollando medidas que favorezcan la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres”.

Para CCOO, “esta importante actualización dará continuidad al fructífero trabajo realizado desde la firma del I Plan de Igualdad en 2010”.  “El objetivo de este primer Plan era el desarrollar una serie de medidas que satisficieran las necesidades en las distintas áreas de actuación identificadas tras un análisis exhaustivo de la situación real de la empresa”, explican satisfechos porque al estar “liderando la Comisión de Igualdad” han podido constatar cómo se han ido cumpliendo los objetivos marcados.

Uno de los retos más importantes ha sido pasar del 5% de plantilla femenina a casi el 20%, en un “sector tradicionalmente masculino y “sin indicadores que adviertan de brecha salarial alguna ni precariedad en el empleo femenino”. “No obstante, el paso del tiempo requería de la realización de un nuevo diagnóstico de género”, aconsejan.

Por el momento, se han acordado 50 acciones específicas entre las que destacan integrar la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en la empresa, “fomentando una cultura organizativa alejada de los roles de género estereotípicos”; garantizar la igualdad de trato y oportunidades en los procesos de selección, acceso al empleo, formación y promoción profesional; promover una participación equilibrada de las mujeres en todos los niveles y todas las áreas de la empresa; asegurar la no discriminación salarial por razón de sexo; facilitar la conciliación de la vida personal, familiar y laboral; garantizar que el uso de las medidas de conciliación no supongan un impacto negativo para la formación y promoción profesional; asegurar el uso de una comunicación no sexista y garantizar un entorno de trabajo libre de acoso y respetuoso con las personas.