VIAJES /GASTRONOMÍA
Los 10 mejores bares de tapas en Aranda para viajeros con prisa
Si vas de viaje por la A-1, en Aranda de Duero tienes parada obligada. No solo porque es la Ciudad Europea del Vino, sino que tiene una propuesta de tapas y pinchos que quita el sentido. Adem.as, si buscas lotería, aquí la diosa fortuna tiene enchufe
Como cruce de caminos, Aranda de Duero es uno de esos lugares donde se puede encontrar casi de todo, desde grandes pescados y carnes hasta cocina más vanguardista. Sin olvidar, por su puesto, su plato estrella, el lechazo asado en horno de leña, una delicia por la que muchos reservan parada en sus viajes. Pero si vas con prisa, Aranda puede presumir de tener en sus barras un sinfín de tapas y pinchos por los que merece la pena parar. ¿Preparado?
Imagen de una de las tapas de El Lagar de Isilla.
Lagar de Isilla
Ubicado en la céntrica calle Isilla, El Lagar es un referente dentro y fuera de la barra. Entre sus tostas, la de espárragos trigueros con base de tomate y salsa rosa es una de esas cosas que hay que probar una vez en la vida, pero hay más. En su barra son típicas las tostas de carne picada con bechamel y queso; el queso de cabra con cebolla caramelizada o la mini hamburguesa de lechazo con huevillo. Si añadimos un vino de Ribera del Duero, ¡todo mejora!
Casa Florencio
En la misma calle Isilla, Casa Florencio es uno de los asadores más conocidos, pero su renovada barra ha sido todo un descubrimiento. Con la brocheta de mollejas de lechazo, el lingote de foie sobre manzana caramelizada; la tosta de sardina ahumada con piparras sobre lecho de tomate; los pensamientos de lechazo en tempura y la copa de boletus, parmentier trufada, huevo poche y patatas paja, la vuelta está asegurada.
El Tubular
Con tapas diferentes entre semana y los sábados y domingos, El Tubular (calle Benjamín Palencia, número 12) puede presumir de tener una de las barras más largas de Aranda, con 13 metros de longitud. Merece la pena disfrutar con su bomba de pisto, la brocheta de langostino y huevo de codorniz, la mini-pizza y sus múltiples tortillas.
Palo Santo
Con unas vistas privilegiadas a la fachada de la Iglesia de Santa María, el principal patrimonio histórico de la ciudad, Palo Santo destaca por sus copas por la tarde y por sus pinchos de la mañana. Entre semana su especialidad son los bocatines y la tortilla de patata de Carol, pero los fines de semana encuentran hueco verdaderas delicias como la tosta de salmón ahumado con guacamole casero, el jamón de pato con setas, la sardina ahumada con tomate natural, el espárrago triguero horneado con tomate y un toque de mahonesa, y especialmente su bomba rellena de carne.
Caracoles
Recientemente restaurado, el Caracoles (calle Boticas, 1) ha renovado su estética pero su bacalao es histórico. Ya lo fue con Julia y ahora continúa con acierto y mimo, Ana.
El Ciprés
En los Jardines de Don Diego, El asador Ciprés es un referente en lechazo asado pero sus croquetas caseras con leche fresca son una verdadera locura.
Alisi
Si lo que buscas es una buena tortilla de patata, el hotel Alisi (Avenida de Castilla, 25) suma cada día fans en desayunos y almuerzos. La cafetería acaba de ser reformada con un toque muy fresco.
Los Faroles
Ubicado en el número 27 de la calle San Francisco, muy cerca del centro, este bar familiar ofrece una interesante variedad de tapas entre las que destacan el bacalao ahumado con tomate y huevo cocido, las setas con jamón y paté, el salmón con chaka, la anchoa ahumada del cantábrico y el saquito de verduras con alioli, un manjar.
El 51 del Sol
La cocina vanguardista de David Izquierdo (calle Sol de las Moreras) apuesta de manera decidida por la calidad de los productos de la tierra, eso sí, con su toque. El guiso de morros y callos de vaca frisona, la tira de corvina kimchie y cebolla acidulada; las lascas de foie y reducción de vino, las zamburiñas rellenas o el Señor Torrezno, causan furor.
Somatén
Es una de esas terrazas en las que el ambiente está asegurado. En plena plaza Mayor, es famosa por su variedad de pinchos. La vieira gratinada, la hamburguesita o la milhoja de berenjena, cualquier opción es buena.