Faltan medios para acabar con los grafitis y pintadas en Aranda de Duero

Mientras la Concejalía de Turismo comienza a celebrar por fin la designación de Aranda como la Ciudad Europea del Vino, lo cierto es que la imagen de ciudad se ve amenazada por el incremento de grafitis y pintadas.

Según explican desde la Concejalía de Medio Ambiente, las solicitudes de limpieza se han doblado, con más de 200 peticiones pendientes que hay que tramitar, pero el presupuesto sigue siendo “el mismo de siempre” y el personal tampoco se refuerza. “Estamos menos personas para tramitar el doble de expedientes”, lamentan desde el equipo técnico.

La empresa encargada de la limpieza de los grafitis tiene un equipo encargado en pintadas, que trabaja de lunes a viernes, pero tampoco da abasto. En el año 2021, por ejemplo, realizaron 462 intervenciones de limpieza, entre pintadas y la retirada de pegatinas y carteles. En superficie, actuaron sobre 24.500 metros cuadrados, de los cuales 3.500 corresponden a pintadas y grafitis. Según los expertos consultados en Policía Local, la mayoría de las firmas buscan “marcar territorio”.

Sin saber las motivaciones exactas de los autores, lo que es seguro es que su limpieza corre a cargo de todos los arandinos que pagan impuestos, pero la limpieza no garantiza el borrado. Según explican los expertos de la empresa concesionaria del servicio de aseo urbano, si el grafiti se produce en una fachada municipal, se actúa de oficio pero si es un edificio particular hace falta el permiso de los propietarios. Bajo esta perspectiva, aunque el llamamiento de la alcaldesa, a través de un bando, “ha disparado” la llegada de solicitudes a la Concejalía de Medio Ambiente, cuando llega el permiso muchas veces es tarde. Según explican, las pintadas se quitan más difícilmente cuanto más tiempo pasa. Luego hay que tener en cuenta también la superficie. Cuanto más porosa, peor.

Los grafiteros además no descansan. “No has terminado de borrar un lado de un muro cuando te han pintado el otro. Es desesperante”, asegura la empresa adjudicataria.

Según el presupuesto, este equipo limpiador supone un gasto anual de 42.000 euros. “Los grafitis han aumentado de forma brutal”, advierten.

La solución no es fácil

Algunos culpan a la falta de ocio juvenil y la escasez de alternativas; otros abogan por la educación en casa y en los colegios o por establecer espacios para pintadas, pero todos coinciden: la imagen de Aranda depende de resolver este problema. “No puede ser que queramos ser Capital Europea del Vino y estemos así”, lamenta María Teresa, una vecina mientras pasa por el túnel del camino a la ermita de la Virgen de las Viñas; un túnel que hace cuatro meses se limpió por completo y que hoy está de nuevo repleto de grafitis.

De hecho, en este mismo túnel hace unas semanas la Policía Local sorprendió ‘in fraganti’ a tres jóvenes haciendo grafitis. Lejos de amilanarse, uno de los jóvenes reaccionó de forma violenta, lanzando a la cara de los agentes uno de los botes de pintura y empujando al otro.

Los tres jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 17 años se enfrentan a una multa que puede llegar hasta los 3.000 euros. Al agresor se le añade un delito de atentado a la autoridad.

Se trata, sin embargo, de una excepción ya que es muy difícil pillar a los grafiteros. Desde la Policía Local se insiste en la importancia de que la gente llame en cuanto vean alguno actuando. Solo así se le podrá multar e incluso abrir expediente para imputarle otras firmas iguales.

A la hora de tramitar una solicitud de limpieza, la Comunidad de vecinos o la propiedad del inmueble deben ponerse en contacto con el servicio de Medio Ambiente en el teléfono 947.54.63.53.