El Correo de Burgos

Aranda de Duero

Las empresas de la Ribera pierden 250 millones en la crisis pero salvan la media nacional

Sufrieron sobre todo el comercio, la hostelería y los servicios. Por el contrario, sorprende los buenos resultados de la construcción y la promoción inmobiliaria

Amanece en el polígono Allendeduero de Aranda de Duero

Amanece en el polígono Allendeduero de Aranda de Duero

Publicado por
Loreto Velázquez
Aranda

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Aunque la crisis del Covid azotó con fuerza, provocando pérdidas en la Ribera por valor de 250 millones de euros, el tejido empresarial de la comarca logró capear el temporal con datos menos dramáticos que los sufridos a nivel nacional. “Sin olvidar que el parón de toda actividad económica provocado por el confinamiento estricto, primero, y el fuerte retroceso económico provocado por el virus ha dejado su impronta en la actividad empresarial en la zona sur de la provincia de Burgos, un análisis pormenorizado de los datos arroja que el descenso en el volumen de negocios ha sido menos severo que el sufrido a nivel nacional”, advierte Asemar.

Según los datos oficiales que ha recogido en el Índice de Cifra de Negocios Empresarial (ICNE) publicados por el Instituto Nacional de Estadística, la cifra de negocios de las empresas españolas se desplomó una media del 14,2% en 2020 con respecto al año anterior, cuando el coronavirus aún no había hecho estragos en el país. Un dato que supone la mayor caída de este parámetro desde 2009. Sin embargo, atendiendo a las cifras de volumen de facturación proporcionadas por casi 700 empresas ribereñas a las que ha tenido acceso Ribera Empresarial, el volumen de facturación en 2020 respecto a 2019 se redujo un 10,3%; lo que supone más de cuatro puntos menos que la media nacional. En cualquier caso, los más de 2.300 millones de euros que gestionaron estas firmas en 2019 se han visto reducidas hasta 2.065 millones de euros en el año 2020. “Si se aplica este porcentaje de retroceso al montante total gestionado en 2019, cuando los datos de que se dispone corresponden a casi 900 empresas y se alcanzaron los 2.427 millones de euros, supondría que en 2020, en total, se habría perdido un montante de más de 249 millones de euros en el ejercicio de la pandemia”, señala Asemar.

Pero, ¿Por qué en la Ribera no fue tan dura la crisis? Según analiza la asociación empresarial, una de las razones puede ser la “importante diversidad industrial” que existe en todo Burgos, incluido el área de influencia de la capital ribereña. Así al menos se estima en la Federación de Asociaciones Empresariales (FAE), cuya gerente, Emiliana Molero, asegura que “en la provincia de Burgos tenemos un sector industrial muy diverso, no dependemos de un solo sector. Por ello, el comportamiento y la recuperación han sido distintos”.

Además del descenso contenido en la facturación provincial, esta particular característica de la industria burgalesa, que puede hacerse extensible a la ribereña, ha permitido “que prácticamente todas las firmas están ya trabajando en proyectos de futuro y contemplando inversiones”.

El ‘pero’ llega en sectores como la construcción, la agricultura o el transporte donde no encuentran mano de obra cualificada con la que hacer frente a sus necesidades de personal. Pese a ello, el comportamiento del mercado laboral “es el mejor de los últimos 15 años”, reconoce la gerente de FAE, llegando a cifras de desempleo más bajas de las que había antes de la pandemia. Así, continúa, no solo se ha incrementado de forma considerable la cifra de afiliados a la Seguridad Social sino también el número de contratos indefinidos.

En la Ribera se aprecian diferencias en cuanto a sectores. Según detalla Asemar en el último número de su revista, los mayores retrocesos se hallan entre aquellos sectores que requieren mayor interacción social, como el comercio, la hostelería y los servicios. Sin embargo, sorprenden los buenos resultados de las firmas dedicadas a la construcción y la promoción inmobiliaria, que no solo no han visto reducida su cifra de negocio sino que se ha incrementado en más de un 13%, “logrando con ello mitigar en buena medida la caída generalizada en la facturación”. “Se da la circunstancia de que valorando a aquellas empresas que gestionan más de diez millones anuales el resultado es mejor”.

Pascual lidera el ranking

El ránking  está capitaneado por los grandes complejos fabriles que sitúan a la capital ribereña como tercer polo industrial de Castilla y León. Destacan así Pascual, Michelin, Tubos Aranda, Aranda Coated Solutions o Glaxo Wellcome. Todas ellas han gestionado en 2020 más de 1.150 millones de euros. Supone, además, un retroceso de poco más de un 6% respecto al año anterior, cuando todas ellas gestionaron, en total, algo más de 1.228 millones de euros.

Calidad Pascual sigue encabezando el cuadro de honor pese a que sus ventas se han reducido algo más de un 9%, pasando los 645 millones facturados en 2019 a 585 en los doce meses siguientes. Ocupa un lugar preferente también la fabricante de neumáticos Michelin. Aunque las cifras de volumen de negocio que proporciona son globales y se corresponden a nivel nacional, las estimaciones realizadas por la Asociación de Empresarios de Aranda y la Ribera arrojan que su volumen de negocio el año de estudio alcanza los 443 millones de euros, casi un 17% menos que el ejercicio anterior.

Las firmas siderúrgicas Tubos Aranda y Aranda Coated Solutions completan este pódium de las mayores empresas ribereñas, aunque con desigual comportamiento ya que, mientras la primera apenas ha registrado variación en su volumen de negocios, gestionando ambos años más de 83 millones de euros, la segunda ha perdido un 21% quedando los 104 millones que facturó en 2019 en 82,7 en 2022.

Entra con fuerza en este grupo la constructora Evolution CHR Company que casi triplica sus ventas de 2019, pasando de 9,7 a 26,1 millones de euros y la firma de comercio al por mayor de animales vivos Gangel, que alcanza los 11,8 millones de euros, 3,3 más de los facturados el año anterior. Mejoran también sus cifras Harinera Arandina, que pasa de 43 a 46 millones de euros, la bodega Altos de Ontañón, que alcanza los 18,3 millones de euros, casi cinco más que en 2019; Cecoga, que ha convertido los 15,6 millones que facturó en 2019 en 18,3 o la constructora Peache, que sube su volumen de negocios 1,6 millones hasta situarse en 25,5 millones de euros.

En el lado contrario de la balanza, la farmacéutica Glaxo Wellcome, que pasa de 68,4 a 66,5 millones, TecnoAranda que se dejó en el año 2020 casi 11 millones de euros de facturación o la vertiginosa caída de Tamaca Autocentro o Lobanfi, que de los casi 11 millones de euros en ventas que registraron en 2019 se han quedado en algo más de seis, perdiendo los puestos que tenían en el cuadro de los Top10.

 

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