La banca impide que nazca una iniciativa para atraer jóvenes a la Ribera

La asociación cultural sin ánimo de lucro que iba a poner en marcha Castrillo de la Vega, con el fin de atraer jóvenes al medio rural y en concreto a la comarca de la Ribera, ha muerto antes de nacer. Según explica su promotor, el ex alcalde, Juan José Gutiérrez, tras iniciar los trámites en la oficina de Desarrollo Rural se han topado con un problema que no esperaban: los bancos. “Al realizar una entrevista con varias entidades bancarias, todas me indicaron que abrir una cuenta a nombre de la asociación tendría un coste anual de 240€”, lamenta.

Abrir una cuenta bancaria y obtener la cartilla o IBAN es algo fundamental y obligado tanto para cobrar las cuotas de los socios como para el cobro de las subvenciones solicitadas a ADRI Ribera, la Junta de Castilla y León o la Diputación Provincial. “Esta empresa llamada banca fue rescatada por el Estado, con el dinero de la población -también de la rural- en la pasada crisis financiera de 2008. ¡Todos las salvamos!”, reprocha al recordar el valor de aquéllas entidades que tenían cartillas escolares, cuyos fondos iban a parar a pequeños labradores y empresarios, con la idea de que su nombre, Caja de Ahorros y Monte de Piedad, hiciera honor a sus funciones. “No es de extrañar que pequeñas asociaciones causen baja, ya que si no reciben subvenciones, de las entidades públicas y de las propias cajas, tienen que poner dinero para mantener las cuentas bancarias. ¡Qué diferencia de criterios! Ahora, las entidades bancarias se dedican a hacer la competencia a las grandes aseguradoras. ¿Dónde están aquellas entidades, donde nuestra generación del 47, colaborábamos con un labrador o con una pareja que quería comprar su casa o con una iniciativa de negocio? ¿Qué España estamos creando? ¿Cuál será su final?”, se pregunta.