Cáritas atendió en 2021 a 1.207 personas en Aranda y la Ribera

Aunque la crisis sanitaria generada por el Covid parece haber dado un respiro, el drama continúa para muchas familias de Aranda y la Ribera. Según el último balance de Cáritas Aranda, en 2021 atendió a 1.207 personas y aunque el número es “más o menos estable” en comparación con otros años, las condiciones socio económicas han empeorado. “El grado de exclusión que sufren ha aumentado”, advierte la coordinadora territorial, Guadalupe Cuadrado.

El programa ayudó en Aranda a 378 familias y 638 personas mientras que en la comarca benefició a 99 familias y 249 personas. El proyecto incluye asesoramiento, orientación laboral y ayudas económicas que han sumado un total de 42.510 euros. También ayuda en especie como ropa, calzado, o alimentos y las ayudas al alquiler, donde han destinado un total de 30.155 euros.

Carencia de formación, desconocimiento del idioma y sin papeles

En cuanto al perfil, el 59% eran mujeres, de las cuales un 43% tenían entre 36 y 65 años. El 43% eran hogares de parejas con niños y el 57% extracomunitarios. Los principales problemas para acceder al mundo laboral son la carencia de formación, el desconocimiento del idioma y la situación irregular.

Con el fin de solucionar estas dificultades, Cáritas puso en marcha el programa de Empleo, que atendió a 324 personas así como tres cursos de servicio doméstico, uno de carné de conducir y dos de peón de bodegas. Del mismo modo desarrollaron talleres de agricultura y de restauración de muebles, que formaron a 109 personas.

Aumento en problemas de salud mental

Con 108 menores atendidos en el apartado de Infancia, advierten: la aceleración digital que impuso la pandemia se ha convertido en un factor más de exclusión. “La brecha digital actúa en su contra”.

Cáritas Aranda completa su oferta asistencial con 186 personas sin hogar atendidas y 112 personas con problemas de drogas, alcohol o relacionados con la salud mental, donde han observado un aumento que obliga al análisis y a tomar medidas. “Hace falta reforzar la atención en salud mental”, recomienda con la mirada puesta en otras acciones de interés como una legislación que promueva la dignificación y ataje la temporalidad, los salarios bajos y el abuso de la parcialidad.