POLÍTICA
Pleno caliente en la Diputación de Burgos por la renuncia parcial de Lorenzo Rodríguez
César Rico decidirá a primera hora, antes de la sesión, si acepta la renuncia del responsable de Personal / Los sindicatos volverán a protestar mientras el PSOE ve los toros desde la barrera
Nadie esperaba a estas alturas de mandato que el vicepresidente de la Diputación de Burgos, Lorenzo Rodríguez, anunciase el martes su dimisión como responsable de Personal. Pero lo hizo, después de resistir estoicamente las embestidas de los sindicatos y algún que otro revés judicial, al no poder sacar adelante la valoración de puestos de trabajo.Sin embargo, quien tiene la última palabra es el presidente, César Rico, y el desenlace se conocerá precisamente hoy. Justo antes de un pleno provincial que se prevé más incendiario de lo habitual. Sea cual sea la decisión consensuada por ambos dirigentes. La reunión entre Rico y Rodríguez para abordar este asunto debía producirse ayer, pero se pospuso por motivos de agenda. No cabe duda de que el presidente prefiere que su segundo de abordo se mantenga al frente de Personal, pues situar a un representante del Partido Popular como cabeza visible de un área tan complicada de gestionar podría suponer un considerable desgaste.Por otro lado, el diputado de Ciudadanos recibiría un importante espaldarazo desde el equipo de Gobierno. En cualquier caso, Rodríguez ya dejó claro, nada más anunciar su dimisión, que la coalición no corre peligro. Pase lo que pase, a nadie se le escapa que los sectores sindicales más combativos acudirán de nuevo al pleno, con sus habituales pancartas, para cantarle las cuarenta al responsable de Personal. Obviamente, el ambiente estará más caldeado que nunca si Rodríguez se mantiene en el cargo por la negativa -léase apoyo- de Rico. Con la patata todavía caliente, está claro que Comisiones Obreras y el Sindicato Obrero Independiente (SOI) volverán a capitalizar las protestas poniendo el foco sobre la gestión del vicepresidente. Éste, por su parte, manifestó el martes que su dimisión nada tiene que ver con la tensa relación que mantiene con ambas organizaciones.Si ha dado el paso, según sus propias palabras, es por la negativa de dos de las tres empresas que accedieron al concurso para realizar la valoración de puestos de trabajo. Y es que ante tal escollo, no queda más remedio que «volver a empezar de cero con los pliegos, volver a sacarlo a concurso» y, por ende, esperar a la siguiente legislatura. Entretanto, el PSOE verá los toros desde la barrera mientras sus portavoces (David Jurado y Javier Lezcano) aprovechan la ocasión para arremeter nuevamente contra la gestión de Rodríguez. Eso sí, condenando cualquier tipo de insulto hacia el vicepresidente al igual que en anteriores ocasiones.