Pineda: El latido de la Sierra
La localidad se ubica en un entorno natural privilegiado, rodeada de naturaleza, lo que la convierte en una gran opción de ocio sostenible
Esta localidad, ubicada a cerca de 50 kilómetros de la capital, está rodeada de monte y de bosque, en medio de un entorno natural extraordinario, en la comarca de Demanda y Pinares. Asentada a los pies de los grandes picos Mencilla y San Millán, Pineda de la Sierra, su situación geográfica ha marcado el devenir de este municipio.
La localidad tiene pasado minero, ya que en sus inmediaciones se extrajeron todo tipo de minerales. No fue una actividad muy productiva, pero gracias a ella se construyó el ferrocarril minero con el fin de transportar los minerales obtenidos de esas minas. Las dos más importantes son ‘Carmina’ y ‘Monterrubio’, de ellas se llegaron a extraer minerales como cobre, plomo, cinc y principalmente, carbón.
Las antiguas vías del ferrocarril se transformaron en la Vía Verde de la Sierra de la Demanda, que discurre por el entorno de la localidad, más o menos a la mirad de la ruta. Se trata de un recorrido de más de 50 kilómetros que conecta las localidades de Arlanzón y Monterrubio de la Demanda. Se trata de una ruta que está integrada dentro de Red de Caminos Naturales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El privilegiado entorno natural de Pineda de la Sierra permite conocer algunos de los espacios singulares, ubicado a muy poca distancia.
Es el caso del embalse del Arlanzón, el río que nace cerca del pico de San Millán. También, para los amantes de la montaña, se puede ascender a picos como el San Millán (2.131 metros), Cruz de la Demanda o el Manquillo, entre otras posibilidades de rutas. En invierno, aunque no está abierta, se puede visitar la antigua estación de esquí Valle del Sol. Y en días de nieve es un buen espacio de ocio.
La localidad, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), ofrece la oportunidad de disfrutar de su arquitectura popular, con las grandes casas de piedra, construidas con sillares rojos en arenisca de la sierra, en algunos casos reconstruidas por indianos a su regreso al municipio. Tampoco hay que dejar de visitar la iglesia de San Esteban protomártir, que destaca por una singular portada. La localidad ha celebrado, entre el 8 y el 11 de septiembre las fiestas de Nuestra Señora de la Villa, en las que se vuelcan los vecinos del pueblo.