«Tenemos que buscar una agricultura más sostenible en la que ahorremos costes»

Tras un año «muy complicado» agronómicamente hablando, la prolongada ausencia de precipitaciones genera una gran preocupación en el campo regional. Consciente de ello, el responsable del Plan de Experimentación Agraria del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), Gabriel Villamayor, lanzaba un mensaje de «calma» para la próxima campaña cerealística antes de presentar los resultados de los Campos de Ensayo impulsados por la Fundación Caja Rural de Burgos y el organismo autonómico.«Tenemos que buscar una agricultura sostenible y, sobre todo, en la que ahorremos costes», señaló el investigador después de puntualizar que «no hay que precipitarse» a la hora de sembrar. Y aunque de momento «la campaña no ha empezado tan bien como nos gustaría» porque «no ha habido lluvias» y «no ha cuajado el terreno», aboga por «esperar a que caiga algo de agua» para que «nazcan malas hierbas» y así «poder levantar y purgar».«No hay que ponerse nerviosos», insistía Villamayor a sabiendas de que todavía «hay tiempo». Tampoco es cuestión de esperar hasta diciembre, pero al menos hasta la «segunda quincena de noviembre» para «trigos y cebadas». Y si el agua no hiciese acto de aparición, tampoco le parecería mala opción aguardar hasta enero en busca de cosechas primaverales. Sea como fuere, «lo que no podemos hacer es perder la semilla o tener que resembrar».Más allá de los cereales, y aunque la nueva Política Agraria Común (PAC) haya eliminado los pagos asociados al girasol, el técnico del Itacyl está convencido de que «igual la gente se anima si viene bien el año y llueve». Desde su punto de vista, sería una decisión de lo más acertada por los altos precios que se están pagando. Y no solo eso, pues también se debería tener en cuenta que «las rotaciones son muy importantes para eliminar malas hierbas», amén de recalcar que «el ahorro de costes es fundamental».