La comunidad sefardí aplaude la «valentía» de Castrillo Mota de Judíos
La inauguración del Centro de la Memoria confirma el interés de la Diputación de Burgos, la Junta de Castilla y León y entidades israelís en seguir «apoyando» un proyecto que «evoca pasado, presente y futuro»
Cinco años después, las puertas se abren al público. El Centro de la Memoria Sefardí en Castrillo Mota de Judíos, recién inaugurado, aspira a consolidarse como un espacio de «tolerancia y respeto» poniendo en valor el legado de una comunidad expulsada oficialmente de España, por orden de los Reyes Católicos, en 1492. Se expande así un camino, iniciado en junio de 2015, con el cambio de nombre de esta localidad burgalesa, conocida hasta entonces como Castrillo Matajudíos. Consciente de lo que supuso el referéndum que dio lugar a la actual denominación, el alcalde de Castrillo, Lorenzo Rodríguez, agradecía el respaldo de sus vecinos pese a lo que «han sufrido» desde entonces por los actos vandálicos acontecidos por parte de colectivos antisemitas. En la misma línea, el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Benzaquén Pinto, ensalzaba la «valentía» de un pueblo dispuesto a «hacer justicia con su pasado y con sus antepasados» y que «evoca pasado, presente y futuro». Emocionada tras ver culminado un «ambicioso proyecto destinado a convertir a esta localidad en un referente para aproximarse al pasado judío», la embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, aplaudía la construcción de un centro que refleja una «historia de luces y sombras». Luces por los 1.500 años de convivencia entre distintas religiones en la península ibérica y sombras por las «persecuciones» y «calumnias» que sufrieron los judíos a raíz de la Inquisición. «El antisemitismo es una lacra presente en Europa», aseguraba el director general del Centro Sefarad-Israel, Jaime Moreno, mientras hacía hincapié en lo «orgullosos» que se sienten en la entidad de la «lucha» impulsada en Castrillo contra quienes «trivialicen el holocausto», tal y como se recoge en el Código Penal español. Por su parte, el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, celebraba la puesta en marcha de una instalación que se seguirá «apoyando» en clave provincial. Entre otras cosas, porque «representa un valor añadido más» de cara a «atraer turismo» gracias a su potencial para convertirse en «referente histórico». Lo fundamental, a su juicio, es que «recuperemos nuestra memoria» porque «es el mejor camino para seguir abrazando». Del mismo modo, la directora general de Políticas Culturales de la Junta de Castilla y León, Inmaculada Martínez, refrendaba el compromiso de continuar «apostando por proyectos que pongan en valor nuestra historia». Tal y como estaba previsto, el acto de inauguración del Centro de la Memoria Sefardí servía para depositar los mejores deseos por escrito en una cápsula del tiempo. Aparte de los mensajes de Felipe VI, Alfonso Fernández Mañueco, administraciones públicas y diversas entidades judías, también se incluía en su interior un ejemplar de EL MUNDO-EL CORREO DE BURGOS. Asimismo, también se ha querido reconocer públicamente la labor de la Guardia Civil por «los muchos viajes a Castrillo y las muchas llamadas a las 12 de la noche» cada vez que la localidad era objeto de acciones vandálicas. Presente en el homenaje, el teniente coronel jefe de la Comandancia de Burgos, Alfonso Martín, agradecía esta inyección de «motivación extra» para los efectivos que participaron en la Operación Perinola-Lienzo mientras lamentaba que «en pleno siglo XXI un grupo de energúmenos intente doblegar la voluntad de un pueblo».