ENERGÍA
La central de Garoña contará con un almacén temporal para sus residuos nucleares
El Gobierno pide al CSN el informe sobre el Plan de Residuos Radiactivos que prevé desmantelar la central entre 2023 y 2033
La central de Santa María de Garoña (Burgos) contará con su almacén temporal descentralizado para albergar sus residuos, al igual que el resto de plantas nucleares españolas que entren en parada técnica y sean desmanteladas.
Ésta es la propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), que ha solicitado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el informe sobre el séptimo Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) previsto en la Ley sobre energía nuclear, que contempla el desmantelamiento de Garoña (Burgos), entre 2023 y 2033, de forma que entre ese año y 2043 pasará a una situación de vigilancia hasta su clausura.
La planta atómica de Santa María de Garoña se encuentra en situación de parada desde el año 2012 y en cese definitivo de explotación desde agosto de 2017. Asimismo, el Miteco ha solicitado el informe de las comunidades autónomas en materia de ordenación del territorio y medio ambiente.
La versión del Plan sobre la que se piden los preceptivos informes es resultado del análisis y toma en consideración de las alegaciones formuladas en el trámite de información pública y de consultas al que se sometió la versión inicial desde el 12 de abril hasta el 16 de junio.
Esta versión revisada del Plan, el instrumento para establecer la política sobre gestión de residuos radiactivos y sobre el desmantelamiento y clausura de las instalaciones nucleares, contempla un escenario de referencia que incluye el Cese de la operación de las centrales nucleares entre 2027 y 2035, en coherencia con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) y con el Protocolo de cese ordenado de explotación de las centrales nucleares, firmado en marzo de 2019 entre Enresa y sus propietarios.
También recoge el inicio del desmantelamiento de las centrales nucleares a los tres años de su cese de operación definitivo, excepto la de Vandellós I, cuya última fase se ejecutará a partir de 2030 y la continuidad de las actuaciones para ampliar la capacidad de los Almacenes Temporales Individualizados para el combustible gastado en las centrales nucleares, que permitan su explotación y su desmantelamiento.
Además, incluye la puesta en marcha de siete Almacenes Temporales Descentralizados en los emplazamientos de las centrales, también Garoña, para el combustible gastado y los residuos de alta actividad, hasta su traslado al almacenamiento definitivo, junto con sus respectivas instalaciones complementarias o medidas adicionales para el mantenimiento de los contenedores del combustible gastado.
También apuesta por un almacenamiento definitivo del combustible gastado y los residuos de alta actividad en un Almacenamiento Geológico Profundo, así como la continuidad de la operación del centro de almacenamiento de El Cabril (Córdoba), para residuos de muy baja, baja y media actividad, hasta completar el desmantelamiento de las centrales.
Una vez recibidos los informes, el Ministerio elaborará la propuesta final del Plan, que se remitirá al órgano ambiental para que formule la Declaración Ambiental Estratégica. Finalmente, será aprobado por el Consejo de Ministros y se dará cuenta posteriormente a las Cortes Generales y a la Comisión Europea, en cumplimiento de la Directiva de gestión de residuos radiactivos.
El informe solicitado al CSN sobre la versión revisada es independiente de los informes vinculantes, relativos a la seguridad nuclear, la protección radiológica y la protección física, que debe emitir la entidad con carácter previo a las autorizaciones que el MITECO concede para el ejercicio de las actividades de Enresa que se contemplan en el Plan.