El Correo de Burgos

Aranda de Duero

Piden 11 años de cárcel a un hombre por violar, robar y chantajear a una camarera en Aranda

Según la denuncia primero la drogó con un “orujo casero”. Después de la agresión colgó fotos desnudas de la víctima en una red social

Imagen del Palacio de Justicia, sede de la Audiencia Provincial. SANTI OTERO

Imagen del Palacio de Justicia, sede de la Audiencia Provincial. SANTI OTERO

Publicado por
Loreto Velázquez
Aranda

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La Audiencia Provincial va a juzgar el próximo día 14 de diciembre a un hombre que está acusado de haber agredido sexualmente a una camarera en Aranda de Duero, a la que presuntamente drogó con un “orujo casero”. Tras violarla y robarle 150 euros “para cocaína”, el hombre compartió fotos de la víctima desnuda y la chantajeó. La Fiscalía pide para él una pena de cárcel de once años y cuatro meses y una indemnización de 11.400 euros.

Está acusado de un delito de abuso sexual, un delito contra la intimidad y un delito de amenazas. Junto a la pena de cárcel, el fiscal pide una orden de alejamiento de 10 años y 8 en libertad vigilada así como la obligación de participar en los programas formativos en materia de educación sexual que el Tribunal determine.

Los hechos se remontan a abril de 2019 cuando tras entablar amistad, ambos intercambiaron los números de teléfono y hablaron por whatsApp. El sábado 13 de abril a las 14.30 horas el acusado fue al bar donde trabajaba ella como camarera y llevó una “botella de vidrio transparente” que contenía un líquido también “transparente”, que el procesado “dijo que era un orujo rumano de elaboración casera” que ofreció a la perjudicada.

Ella bebió y cuando media hora después finalizó su jornada laboral, se fue a casa a donde le siguió el procesado, quien entró con ella en el domicilio. Una vez dentro, el acusado “guiado por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, sin consentimiento de la perjudicada y sin su conocimiento”, debido a que esta se encontraba en un estado de semi-inconsciencia por el consumo del licor casero; “la penetró vaginalmente ante lo cual ella le propinó varios bofetones”.

Según el escrito de la Fiscalía, cuando cesaron los efectos sedantes del licor, la víctima se vio a sí misma “desnuda, sentada en el sofá de su domicilio junto al procesado quien se encontraba igualmente desnudo, por lo que propinó un bofetón al procesado y le pidió que se marchara”.

Lejos de hacerlo, prosigue el relato, el acusado comenzó “a gritar” pidiendo dinero para “cocaína”. Al ver que no paraba, la víctima le dio 150 euros y logró que se marchara de su domicilio.

La pesadilla continuó el 18 de abril, cuando advertida por un amigo, la víctima descubrió que estaban circulando por la red social Facebook fotografías suyas en la que aparecía su cara con el pelo tapándose el rostro y en una posición “que denotaba una falta total de control sobre sus actos y dando la impresión de estar drogada”. Cuando la víctima llamó al procesado para pedirle que borrase las imágenes, a las que no había dado permiso, se encontró al otro lado del teléfono con una mujer que le dijo: “Estoy enseñando tus fotos para que se enteren que eres una puta”.

Tras esto, la víctima insistió en que se pusiera al teléfono el denunciado, al que pidió explicaciones por haber subido fotos suyas “desnuda y drogada” y le exigió que las borrase. Sin embargo, “con ánimo de perturbar la tranquilidad” de la víctima, el procesado optó por el chantaje pidiendo 300 euros.

La perjudicada presentó entonces una denuncia ante la Policía Nacional de Aranda de Duero. En el hospital comprobaron que la víctima tenía hematomas digitiformes en evolución en el escote, los antebrazos y en la cara interna de los muslos así como erosiones lineales en la cara interna del muslo izquierdo cerca de las ingles, ante lo cual le prescribieron analgésicos y ansiolíticos. La víctima sufrió también un trastorno ansioso reactivo- desadaptativo que requirió tratamiento psicofarmacológico, de modo que tardó en curar cinco días de perjuicio básico por sus heridas físicas superficiales contusas, y 30 días también de perjuicio básico respecto a sus síntomas psicopatológicos de ansiedad y depresión, sin que le quedara ninguna física ni psíquica.

El imputado no tenía antecedentes penales previos.

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