Enólogo, una carrera con el futuro laboral asegurado: "mi consejo es que vengan a Ribera del Duero"

Mientras hay profesiones que están en riesgo de desaparecer como la ganadería hay otras profesiones en el medio rural que están más de moda que nunca. Es el caso de la enología, una profesión que en Ribera del Duero encuentra su máximo esplendor. “Es una profesión que despierta mucho interés”, asegura el presidente de la asociación de enólogos de la Ribera (Enoduero), José Nuño.

Convencido de que la enología se aprende en la Universidad pero sobre todo a pie de campo y en bodega, el presidente de los enólogos de la Ribera anima a los estudiantes de enología y a todos los que quieran seguir este camino a sumarse al gran proyecto de Ribera del Duero, una tierra llena de retos y posibilidades.  “Yo les diría que se vengan a la Ribera, una Denominación de Origen privilegiada, puntera a nivel europeo y nacional, donde las posibilidades son tremendas”, subraya entusiasmado porque aunque haya cierta rivalidad entre las empresas, los técnicos “somos colegas, estamos agrupados, asociados y entre nosotros nos echamos un mano”. “Mi consejo es que vengan a Ribera y desde luego que vengan a Enoduero, donde les recibiremos con los brazos abiertos y donde aprenderán muchísimo porque la mayor parte del programa son catas”.

Enoduero celebró ayer su cata navideña. Lo hizo recordando a uno de sus socios y amigo, Juan Carlos Casado, que falleció el pasado mes de octubre. “Le hemos nombrado socio de honor y siempre estará en nuestros corazones”, asegura.

La cena estaba patrocinada por la empresa colaboradora Diam; una compañía especializada en los tapones de corcho tecnológico para vinos tranquilos, espumosos y espirituosos. “El cierre de una botella de vino es el último acto enológico, un acto importante de cara  a garantizar la neutralidad sensorial”, asegura el representante de Diam, José María Ramón.

Enoduero supera actualmente los cien socios.