“Si queremos un grado universitario en Aranda hay que poner fecha”

El movimiento se demuestra andando y si de verdad quieren que Aranda cuente con una extensión universitaria (con Grados en Farmacia, Enfermería y Fisioterapia), el Ayuntamiento “debe poner fecha”. Así analiza el gerente de San Gabriel ‘Ciudad de la Educación’, Enrique García Agüera, la reunión en la que el rector de la Universidad de Burgos ha acordado con la alcaldesa un futuro campus arandino. “Hay que poner el reloj a funcionar y poner fecha de caducidad a la oferta de la Universidad de Burgos (UBU). Si se supera el plazo, que desde luego no puede ser el que marca el rector, y no ha habido acuerdo, el Ayuntamiento debería abrir un concurso para universidades privadas porque sabemos que hay interés”, propone Enrique García Agüera.

Él lo tiene claro: “bastará con que el Ayuntamiento de Aranda de un 10% de las facilidades que está dando a la UBU”. “Pero hay que hacerlo bien y el centro cívico Virgen Viñas, como propone el rector de la Universidad de Burgos, no sirve porque es demasiado pequeño”, advierte con la mirada puesta en otros espacios que sí servirían como el hospital Santos Reyes, cuando se construya e inaugure el nuevo, o el Centro Tomás Pascual. “También se podrían tantear otros espacios privados como la Azucarera”, añade al recordar que una universidad no puede funcionar con 4 aulas; tiene que tener además salas de profesores, laboratorios, biblioteca… Todo eso requiere un espacio y el centro cívico es maravilloso pero no da”.

Si la Universidad de Burgos de verdad está interesada solo tiene que hacer, continúa, lo que ha hecho en Miranda con el Grado de Ingeniería de la Empresa Digital: “tomar la decisión en el Consejo de Gobierno de la Universidad y crear la escisión con un departamento propio”. “Es una decisión política”, afirma mientras pone un ejemplo tan reciente como el Grado de Enfermería que ofertará Segovia a partir de septiembre de este año, gracias a un acuerdo entre la Junta de Castilla y León y la Universidad de Valladolid y una inversión que la administración ha aprobado ya de 8 millones de euros.

La Universidad aquí “tiene potencial”

Falta hace. “Aranda y la Ribera tienen una oferta en parte muy adaptada a las necesidades de la zona, sobre todo en industria alimentaria, en el ámbito industrial y administrativo, pero falta mucho por hacer en materias como ciencias de la Salud. La Formación Profesional (FP) tiene que seguir adaptándose a las necesidades de las empresas, pero la FP sola no es capaz. Tiene que haber una oferta global y la universidad aquí tiene potencial”, defiende.

Mención especial merece todo el talento juvenil que se va a estudiar fuera y no vuelve. “Aranda y la Ribera tienen que trabajar para que todos esos jóvenes encuentren aquí un destino de vida y para eso es fundamental que haya tres pilares principales: vivienda, sanidad y educación”, señala a sabiendas de que su regreso también daría respuesta a todas las empresas que desesperan para cubrir los puestos más cualificados.

Profesiones que nadie quiere

Desde la pandemia hay profesiones que han dejado de despertar el interés de los trabajadores. Es el caso de los camioneros, en el sector logístico, los conductores de autobús, camareros, alicatadores, electricistas, fontaneros… La lista es larga e incluye también a cocineros. “Ahora que se va moderando el efecto de Master Chef, las escuelas de cocina se vuelven a vaciar”, señala.

En su centro educativo, San Gabriel cuenta con 15 alternativas de ciclos formativos. Algunos tienen garantizada la inserción laboral pero no están completos. “En soldadores les llueven las ofertas de trabajo pero no está lleno. En Robótica, otra de las opciones donde salen trabajando, estamos al 70%”, asegura con la esperanza de que el año que viene, se completen las plazas. “Somos optimistas porque aunque la crisis demográfica provoca que los grupos no completen con estudiantes locales, poco a poco y movidos por la calidad de la Formación Profesional en Castilla y León, cada vez vienen más de fuera”.

Microclima

En Aranda y la Ribera, explica, hay un microclima profesional donde un “casi pleno empleo” convive con 2.500 personas en paro con las que “se puede hacer muy pocas cosas” por su escasa formación, falta de idioma o por ser parados de larga duración.

La llegada de un campus universitario a Aranda es un proyecto largamente demandado. En la reunión del pasado 26 de enero, el rector de la UBU, Manuel Pérez Mateos, se sentaba con la alcaldesa de Aranda, Raquel González; la vicerrectora de Docencia y Enseñanza Digital, Begoña Prieto, y la concejala de Educación, Acción Social e Igualdad de Oportunidades de Aranda, Cristina Valderas. Tras el encuentro, el rector reafirmó su compromiso de “llevar la Universidad a la provincia y de abrir un nuevo campus en Aranda de Duero”. "Desde la Universidad de Burgos vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para que eso se lleve a efecto. Considero que un grado en Farmacia, tal vez con una especialización en Farmacia Industrial, se adaptaría muy bien a la demanda de formación y a las características del tejido industrial de Aranda de Duero. En todo caso, nuestro compromiso por extender los estudios del Grado en Enfermería al futuro campus arandino es irrenunciable”, apuntó.