Monumentos funerarios del franquismo. Piden a la Junta que también proteja como BIC al Águila de Sagardía
La Asociación por la Reconciliación y Verdad Histórica ha remitido a la Junta una solicitud para que declare como BIC del Águila de Sagardía en Burgos
Tras la publicación el último día de febrero en el Boletín Oficial de la Provincia del inicio del procedimiento para la declaración como Bien de Interés Cultural en Castilla y León de la conocida como Pirámide de los Italianos, ubicada en lo alto del puerto del Escudo, en el término municipal de Valle de Valdebezana, en las cercanías del pueblo de Cabañas de Virtus, le llega el turno a otro monumento funerario del franquismo situado a pocos kilómetros.
Una vez conseguido este objetivo, la Asociación por la Reconciliación y Verdad Histórica ha formulado una petición ante la Consejería de Cultura en la que reclama que se inicie el procedimiento para que esta construcción simbólica sea reconocida igualmente como BIC. La entidad apoya su demanda en un informe respaldado por expertos en la historia de la época de la Guerra Civil y el franquismo y ya adelantaba en su escrito en favor de la pirámide que el Águila es una "obra escultórica y arquitectónica de bello estilo y ambiciosa escenografía hoy casi destruida" y destaca su adscripción al movimiento "art decó". Ambos mausoleos están separados por pocos kilómetros en el eje de la carretera que une Burgos con Santander por el Escudo.
Verdad Histórica ha confirmado que "proteger el Águila de Sagardía" es su siguiente objetivo y que ha cursado la petición, aunque fuentes de la Consejería confirmaron a este periódico que aún no hay constancia oficial por lo que aún no se ha podido valorar aunque fuera inicialmente.
El arquitecto firmante del estudio que ha dado pie a tramitar la protección de la pirámide de los italianos razona en su informe la importancia histórica y artística de las construcciones del puerto del Escudo y califica de "lamentable" el "olvido que este espacio conmemorativo, tan integrado en el recio ambiente de las brañas de la cordillera cantábrica, sufre de forma creciente por culpa del vandalismo y de la despreocupación de las autoridades".
José Ismael de la Barba afirma que el Escudo, con la pirámide y el águila, junto al altar de Falange en las cercanías, puede considerarse un "santuario fúnebre y religioso" y destaca la "buena arquitectura ideada entre la búsqueda de lo eterno, la ensoñación futurista-fascista y una cierta estética art decó de claros orígenes milaneses. Se trata en efecto de un paisaje histórico, campo de estudio donde se integran las variadas dimensiones del pasado; pero también podría hablarse de un paisaje ritual".
La pervivencia de la pirámide ha despertado interés en Italia y una delegación conjunta de CasaPound Italia y de la asociación cultural Alfonso I acudió recientemente al puerto del Escudo, para manifestarse en favor de su conservación bajo el lema "la historia y los caídos no se borran".
¿Qué es e Águila de Sagardía?
No muy lejos de la Pirámide de los Italianos, otra imponente construcción evidencia el gusto del franquismo por los ampulosos monumentos funerarios. Se trata del águila de Sagardía, general al frente de tropas voluntarias de vascos, navarros y riojanos a los que se les llamó la Columna Sagardía. El águila asoma desde las alturas del puerto de Carrales en honor a las víctimas de esta columna caídas en el frente norte en el término municipal de Cilleruelo de Bricia.
El monumento se construyó tras finalizar la guerra civil en 1940 por la intervención del general Antonio Sagardía Ramos y la 62º División del Ejército de Navarra en la ofensiva del norte. Este frente de 80 km recorría los páramos entre Revilla de Pomar y Cilleruelo de Bricia. Las tropas de Sagardía frenaron un ataque a Burgos desde el norte y avanzaron hacia Santander.
En un libro editado en 1940 Sagardía dejó escrito: «Les prometí a mis muchachos dos cosas para realizarlas al final de la guerra: un monumento y un libro. El monumento ya está elevado en tierras de La Lora, tan pródigamente regadas con su sangre.»
El Águila está levantada en hormigón y mármol. Fue diseñada por los arquitectos Eduardo Olasagasti y José Antonio Olano y levantada por construcciones Altuna. Las inscripciones de su base han sido objeto de vandalismo y se encuentran deterioradas. El conjunto también presenta una lápida conmemorativa en el suelo y dos columnas que flanquean la entrada.